Quienes la vieron en su etapa previa, dicen que el local sorprende al cliente desprevenido. La escena está montada y cada persona que ingresa “debe estar lista para ser tratada como el mejor cliente de la historia”. El trato es de usted, los cócteles son clásicos y el corte y afeitado son con toalla caliente, espuma y navaja.
De la mano de Pablo Gampel, Miguel Cicolini y Atilio Cavalletti, Cavalini abre este sábado 20.
Miguel comenta: “La intención desde el día cero fue siempre la misma, un club social con servicio de barbería y peluquería; en Rosario ya somos una gran familia, entre los clientes, socios y barberos. Estamos acostumbrados a que la gente que viene por primera vez se sorprenda al encontrar un abuelo, con su hijo y su nieto tomando un servicio de barbería al mismo tiempo, cada uno con su cafecito o cocktail y que se queden charlando toda la tarde”.
“Cavalini surge como un lugar donde estar tranquilo, sentirse cómodo y hacer lo que cada uno quiera dejando de lado la postura. El que quiere mira un partido, el que quiere juega al ping pong y mientras tanto nuestros barberos hacen lo que más disfrutan: cortes de pelo clásicos y charlar con su cliente”, agrega Atilio.
Detalle no menor: al ser un club de caballeros, las mujeres tienen vedado el ingreso.
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