De la mano de dos empresarios rosarinos Jorge Cura (MC catering) y Miguel Harraca (Miguel Harraca y asociados consulting), el WTC llegó a Argentina. Los franquiciantes desarrollarán primero la marca en Rosario, para hacerlo luego en Buenos Aires y en Córdoba. En 3 años, la filial local de WTC en Rosario debería contar con su propio edificio (que funcionará como una de las sedes internacionales de la entidad), que incluiría un hotel 5 estrellas y oficinas premium.
El World Trade Center funciona como una especie de “club de beneficios”, en el que la organización ofrece a sus miembros sus instalaciones y servicios en los WTC de cualquier parte del mundo. Los socios no sólo acceden a las misiones comerciales que se organizan en todo el globo, sino que también tienen la posibilidad de pedir asesoramiento, estudios de mercado actualizados y encontrar contraparte para el comercio exterior.
El desafío ahora para los franquiciantes locales es reclutar a unas 2.000 empresas-miembro, que podrán inscribirse en las primeras oficinas comerciales de World Trade Center en Rosario, ubicadas en la torre Nordlink de Puerto Norte.
La construcción del edificio se iniciará con un proceso de licitación para que los desarrolladores locales y extranjeros presenten sus propuestas.
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