“Miguel Ángel premoldeados” nació el 24 de octubre del 2001. La fecha en que se trabaja la primera pieza en hormigón, más allá de ya existir como tal en cuanto a su armado estructural.
Gustavo Díaz es el creador del proyecto y es el encargado de contar cómo surge el emprendimiento. Luego de renunciar a su trabajo decidió “poner la empresa, una fábrica de esculturas. Por eso se llama “Miguel Ángel Buonarotti”.
Se inauguró justo un mes antes del corralito, por eso es que pasó de lo que se proyectó (una fábrica de esculturas) a una de arquitectura. Como se inició en ese marco, esto generó pérdidas antes del comienzo. “Tenía todo en plazo fijo, y por eso tuve que cambiar. Más allá de que ya había armado todo un equipo de trabajo con escultor, matricero en fibra y matricero en chapa, un arquitecto y yo”.
¿Qué elementos trabajan?
“Decidí hacer molduras especiales para frentes, fachadas, trabajos especiales como frentes de hogar, pérgolas o trabajos para restauración de casas antiguas. Todo lo que pida el arquitecto, el cliente o constructor. Todo trabajo en hormigón, por ejemplo trabajamos cosas como las letras de “Amo Córdoba” ubicada en la Plaza Dr Dalmacio Vélez Sarsfield. Ahora estamos trabajando para dos templos mormones, uno en Mendoza y otro en Salta, e hicimos todas las molduras de los templos mormones de Córdoba, que están en la Av. Pedro Simón Laplace”, relata Díaz.
Hoy no solo venden en la provincia, sino a nivel nacional.
¿Hacia qué proyectos se dirigen?
“Uno de los proyectos son los templos de Salta y Mendoza. No hay empresas que tengan matricero en fibra y en chapa y que saquen todas las molduras que se necesitan para una obra en tiempo y forma”, cuenta y explica que “es la única de este estilo, y de los pocas empresas a nivel provincial en cuanto a que se adapta rápido a lo que pide el cliente, y esto está garantizado por tener matriceros; lo que permite también mayor velocidad en su producción. Normalmente como es el final de obra el que se trabaja, ese tiempo se estima en dos meses aproximadamente. Hacer los moldes y producir, o menos si es que los moldes ya están fabricados”.
La fábrica, cuya labor es central en el mercado especializado a nivel nacional, cuenta con una superficie cubierta de al menos 1.200 m2, contando tinglados y oficinas. A raíz de ello, Gustavo detalla que “lo que más se usa es hormigón, cementos, áridos. También químicos que son fluidificantes, aceleradores o retardadores de hormigón tanto para el frio como para el calor. Y esto es para darle mayor resistencia final al hormigón así como calidad”.
Si bien la empresa ubicada en jurisdicción de Villa del Prado cambió de rumbo apenas nació, sigue siendo un sitio que hace obras artesanales, sobre todo si se tiene en cuenta que el propietario es escultor y sus obras se erigen en distintas partes de la provincia de Córdoba y el país.
Instagram: @miguelangelpremoldeados
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