El Ford Focus dejó oficialmente de producirse, marcando el final de un modelo que durante casi tres décadas fue referente mundial en diseño, comportamiento dinámico y calidad de manejo. Lanzado en 1998, el hatchback europeo se convirtió en un símbolo para miles de usuarios y en una de las piezas clave de la identidad moderna de Ford.
El anuncio, confirmado por la automotriz, cierra un ciclo que supo instalar al Focus como protagonista del segmento C a nivel global. Durante años fue el auto familiar elegido por millones de conductores, un primer vehículo para muchos y, para otros, el hatchback que mejor representó el placer de conducir.
La discontinuación del Focus también refleja los cambios profundos de la industria: caída de ventas de autos compactos, preferencia creciente por SUVs y la necesidad de redirigir inversiones hacia plataformas eléctricas y productos de mayor rentabilidad.
Desde su presentación, el Focus destacó por un diseño avanzado, una plataforma que elevó el estándar de comportamiento dinámico y una estética que, generación tras generación, mantuvo consenso unánime entre usuarios: “Qué lindo es el Focus”. Su legado se consolidó a lo largo de cuatro generaciones, incluida su etapa de producción en Argentina, donde dejó una marca imborrable.
Por ahora, no hay reemplazo directo confirmado. Ford concentra su estrategia en SUVs, pick-ups y vehículos electrificados, por lo que un sucesor del Focus parece improbable a corto plazo. Con su despedida, termina una era para los hatchbacks compactos y para uno de los modelos más emblemáticos de la marca del óvalo.
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