Tuning: ¿excelencia o sacrilegio?
(Por José Manuel Ortega) El tuning genera cada vez más adeptos que buscan diferenciarse del resto con diseños y modificaciones personales. Clic en el título.
De todos modos, es justo reconocer que no pueden medirse por igual el tuning irracional, casi improvisado, visto en algunos modelos, que aquellos realizados profesionalmente y con resultados que –gusten o no- sorprenden.
Puede definirse como “La personalización de un vehículo a través de diferentes elementos, buscando la exclusividad”.
No resulta del todo claro el comienzo de esta disciplina; algunos lo sitúan en Alemania en los 60´s y otros en Estados Unidos, algunos años antes.
En España encuentra uno de sus polos de difusión europeos principales y en nuestro país se ha desarrollado vastamente, contando con clubes y organizándose encuentros en distintos puntos de nuestra geografía. Otro indicativo del crecimiento de esta disciplina es el aumento de negocios dedicados a la venta de accesorios, tanto estéticos, como de audio y video y mecánicos.
Actualmente la sofisticación en la personalización de los autos ha alcanzado límites impensados, con diseños de calidad realmente notables.
Personalmente disfruto de un auto tal cual fue concebido, creo que para ello se dedican cientos de horas de diseñadores, pero debe reconocerse la pasión que genera, insumiendo mucho tiempo –y dinero- para conseguir el resultado buscado.
Más que nunca se verifica el “sobre gustos no hay nada escrito”, de todos modos creo que los desarrollos no tan extremos, los mas sutiles, son los de mejor resultado. Pero es una opinión personal.
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