Pablo Berbari y Leandro Tinto son los dueños y creadores de Ambulante Café de Calle. Tan solo unos segundos son necesarios para identificar la pasión de estos dos amigos sanjuaninos por lo que hacen. Pablo es publicista y barista y Leandro, gastronómico. La idea detrás de este proyecto es tan única como emotiva. Ambos viven en Nueva Córdoba desde hace años, lugar que han habitado y siguen haciéndolo, primero como estudiantes y hoy como profesionales. Los eternos cafés tomados en el sector de Boulevard Chacabuco fueron el puntapié inicial para lo que hoy es uno de los proyectos más auténticos que encontramos en nuestra ciudad. “Comenzamos tomando café solo para acompañar nuestras charlas, los años pasaron y aprendimos a valorarlo desde otro lugar. Así fue que empezamos a conocer un poco más y en esa búsqueda en la cual no encontrábamos ningún buen café al paso, surgió la idea. Primero lo pensamos en broma hasta que se fue dando de a poco y por la necesidad de encontrar una opción de calidad, es que hoy ofrecemos lo que ofrecemos”, cuenta Pablo.
La propuesta de Ambulante Café de Calle es innovadora por una serie de aspectos que podemos enumerar comenzando por el lugar en el cual se encuentra… que de hecho puede ser cualquier esquina de la ciudad. Haciendo honor al nombre del proyecto, para llevarlo a cabo cuentan con una Motocarga Zanella que se adapta perfectamente a la idea de un café ambulante y permite una confección idónea para esta propuesta. Pero eso no es todo, ya que esta motocarga que estéticamente y en el aspecto práctico cumple con todo lo necesario, además funciona a base de energía solar. Respecto a el porqué y cómo dieron con el vehículo, Leandro da a conocer que: “La buscamos por todos lados hasta que vimos una publicación de una mujer que la vendía acá en Córdoba, la fuimos a ver y la compramos. Desde un principio la idea fue que funcione a través de energía solar ya que era la única manera de ser totalmente independientes y poder estar en cualquier parte. En los dos años que nos llevó adaptarla, nadie sabía decirnos si iba a ser efectivo el funcionamiento o no. Finalmente nos arriesgamos y estamos muy contentos porque funciona todo de maravillas y cumplimos con el cuidado del medio ambiente”.
Sobre el objetivo principal, ambos dan a entender que es el de poder brindar un producto de calidad comercializado en la calle. “Creemos que eso no se ve mucho y que la gente a veces relaciona los productos de la calle con algo de poca calidad. Entre otras cosas nuestra idea ronda alrededor de revertir esa idea generalizada, brindando una oferta sustentable que nos diferencia por el hecho de estar en la calle y que no sea necesario sentarse y pagar precios altos. Además consideramos que es una propuesta súper rápida y eficaz ya que entre 5 a 7 minutos, podés tener tu café de especialidad listo”, dice Pablo.
Es un hecho, con lo que ofrecen no tienen nada que envidiarle a una cafetería tradicional. Además del Café de especialidad y de diferentes orígenes con el que cuentan, proponen opciones para acompañar que incluyen alfajores, cookies, croissants y tortas. Los fines de semana amplían su oferta y ya piensan en sumar productos veganos y sin TACC. En cuanto a los precios, el café dependiendo del que se elija, va de los $ 80 hasta los $ 190 y en cuanto a la comida, desde $ 30 a $ 170.
Por supuesto que en un proyecto que apunta a ofrecer una experiencia de calidad, el detalle sobre la elección del café es un dato no menor; respecto a esto, Pablo cuenta: “Los granos que ofrecemos son de especialidad, esto quiere decir que es un café mejor seleccionado, mejor cultivado y cosechado que el que normalmente se comercializa. Es un grano que tiene un tueste más leve que el comercial y esto hace que se den otras notas a la hora de tomar el café”. El café que utilizan es el de Parce Coffee Company, creado por el barista colombiano Diego Luna. Sobre el porqué de la alianza con esta marca, Leandro dice: “Surge porque desde nuestra parte la idea es la de trabajar con emprendimientos en pleno crecimiento, y nos gusta mucho lo que ofrecen. Además de eso, algunos días Diego y su mujer vienen a darnos una mano y tirar unos cafés junto a nosotros con la idea de ir sumando otros baristas que nos visiten el fin de semana. En cuanto a la comida algunas cosas las hacemos nosotros, como los sándwiches y el resto de las cosas que ofrecemos son de pequeños productores. De esa forma nos vamos dando una mano entre pequeños emprendedores generando un círculo de amistad y trabajo”.
Existe una realidad detrás de todo esto y es que Córdoba, de a poco se acerca a ser una de las ciudades dentro del mapa nacional con mayor dedicación y consumo del café de especialidad. En cuanto a eso, se turnan para responder pero coinciden en que han sido testigos y han vivido en primera persona la evolución del consumo de café en nuestra ciudad: “Nosotros también consumíamos un café que sabíamos que no era bueno y a medida que íbamos pensando la idea, más o menos teníamos una corazonada de que se podría venir un boom del café y que la gente se estaba informando un poco más. En relación a otras ciudades creemos que Córdoba está evolucionando en cuanto al consumo del café, la gente se va informando y viendo cuál café es bueno y cuál es malo. Siempre decimos que una vez que probás un buen café ya no querés tomar uno malo”, dice Pablo.
Sin dudas Ambulante Café de Calle es una experiencia única que llegó para quedarse y así lo consideran también Pablo y Leandro: “Creemos que es una experiencia rápida, intensa y novedosa. Es algo que te encontrás en la calle de manera inesperada y si te dejás llevar podés vivir algo único. Lo ves, te sorprende y es algo copado que pasa en poco tiempo. Te queda un recuerdo lindo del lugar y algo distinto porque es raro encontrarse algo así en la calle y que brinde productos de calidad”.
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