También se anunció una inversión de US$ 250 millones para modernizar la planta de Resende, Brasil, donde se produce Nissan Kicks.
El contexto
Dispuesta a ser una de las primeras tres automotrices en ventas en la región (que para Nissan incluye Brasil, Argentina, Colombia y Chile), sus directivos anunciaron hoy en el imponente Grand Meliá de Iguazú una inversión de US$ 250 millones para la planta de Resende, Brasil, la primera de la compañía en el cono sur y que empezó a operar en 2014.
A continuación, Guy Rodríguez, presidente y managing director de Nissan cono sur, informó que trabajan en la incorporación de otros 550 empleados a la planta de Santa Isabel, la segunda de la empresa en la región y que inició operaciones hacer 4 años, en 2018.
Este segundo turno implicará casi duplicar la dotación de los empleados que Nissan y Renault tienen abocados a esta unidad productiva que desarrollan en el marco de su alianza global. Está previsto que la selección de personal inicie en las próximas semanas y la incorporación formal a capacitación y tareas en julio próximo.
En paralelo, Nissan Argentina trabaja en llevar del 35% al 40% los componentes nacionales de la nueva Frontier, lo que implica un mayor desarrollo de proveedores locales.
De cara al mercado Nissan busca pasar en 2022 del casi 9% del mercado de pickups al 12%, lo implicaría pasar de las 5.700 unidades colocadas 2021 a más de 7.000 en el año en curso (para Nissan, el año fiscal va de mayo a abril).
La previsión de Nissan es exportar unas 17.000 unidades de Frontier a Brasil, unas 10.000 a Chile y Colombia (en conjunto), datos que -junto a las 7.000 destinadas al mercado interno- redondean una producción de 34.000 unidades. Con dos turnos de producción, la planta Santa Isabel tiene capacidad de producir 50.000 pickups al año, en las que hay que incluir las que suma Renault con su Alaskan, por ahora solo orientada al mercado argentino.
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