Un día del año 2020 mientras escuchaba la radio sintió hablar de los cannolis, algo que ella ya había probado en un pasado viaje a Italia, pero recién en ese momento se dio cuenta que eso era lo que quería hacer, en su búsqueda por emprender algo diferente a lo existente en el mercado cordobés. A partir de entonces empezó a investigar cómo elaborarlos, a imaginar cómo sería su packaging y hasta su nombre. Durante un mes estuvo probando recetas, buscando que sus cannolis fueran perfectos, y en octubre de 2020 nació finalmente Cannoli di Sole, un emprendimiento que lleva adelante en su propia casa, y con ayuda de su madre y hermana cuando es necesario.
El cannoli es un postre típico siciliano, nos cuenta Sol, compuesto por una masa crocante rellena con crema de ricotta (el clásico, pero sus rellenos pueden variar), naranjas confitadas, y chocolate semi amargo y pistachos en sus extremos. Si bien esta versión es la clásica del cannoli, Sol admite que siempre piensa en hacer también una versión más Argentina, incorporándole dulce de leche.
Sol se encarga de promocionar y vender los cannolis a través de Instagram (@cannolidisole), al público en general que quiere comprar por menor: la caja por 6 unidades tiene un valor de $ 800 y la caja por 12 cuesta $ 1.500. Pero también vende por mayor, proveyendo a emprendimientos que hacen desayunos y a locales gastronómicos como Pan Plano (y sus cuatro franquicias) y Fuga. ¿Su máxima producción en un día? ¡600 cannolis!
Pero la idea de Sol es llegar a más locales con esta delicia italiana, y su mayor deseo es en un futuro tener un local especializado en pastelería italiana.
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