Con la idea de poder conectar con sus raíces del norte argentino, empezó a trabajar a la distancia con tejedoras de allí, para producir cestería y canastos con las hojas de Palma Caranday, una planta (específicamente una palmera) rústica y nativa de la zona. “Mis productos son reutilizables, como la cestería, además produzco velas de cera de soja, envases renovables, difusores, home spray y growlers para jabones líquidos o suavizantes, entre otras cosas”, dice la emprendedora, proponiendo un menor consumo de plástico reutilizando los repuestos que ya se tienen.
La inversión inicial para realizar el emprendimiento en 2020, en medio de la pandemia, fue de $ 12.500, en su primer pedido a las tejedoras. “No conocía el producto, fue arriesgado, pero sabiendo que iba a salir todo bien”, afirma la dueña. A partir de esa venta publicó en sus redes sociales y generó una sección de venta mayorista viendo que había un público potencial.
El costo de sus productos en la web varían entre $ 1.000 los posafuentes o canastas pequeñas, hasta $ 4.000 canastos y cestos más grandes.
“En algunos casos el costo es alto porque es todo artesanal y a veces la gente no valora que sea manual, el trabajo que hay detrás”, afirma Moreno. El proceso de la Palma de Caranday, por ejemplo, lleva aproximadamente un mes: desde que se recolecta el producto, se corta la palma, se prepara, se humedece, se seca y se hace el tejido, etc.
Respecto a los precios de venta publicados los impuestos influyen bastante al momento de colocarlos, por ejemplo los ingresos brutos o el caso de las cuotas sin interés, billeteras virtuales, los costos fijos, etc.,según indica la dueña.
“Una vez hice una inversión de $ 2.500 en publicidad en instagram y me salió muy bien, mi facturación fue de $ 250.000 en una publicación sola. Es un emprendimiento que tiene mucha capacidad de crecimiento”, indica Moreno y sostiene que Córdoba Emprendedora, el programa del gobierno de la provincia, la ayudó mucho en cuanto a visibilidad y comercialización. Si bien su tienda es momentáneamente digital, tiene en mente el proyecto de abrir un showroom físico, pero le cuesta afrontarlo por la inestabilidad del país.
El diferencial que tiene Clop Home con el resto de los emprendimientos de decoración, es que la misma diseñadora le da a cada producto su toque final. “Hasta la tinta de las etiquetas es ecológica, por ahí la gente no se entera de esto, pero me gusta estar en todos los detalles”, afirma y agrega que las bolsas con las que entrega los productos son biodegradables y los productos grandes no tienen packaging, les suma una tarjeta explicando el impacto positivo que tiene reducir el uso de las bolsas.
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