Como Kadicard sí; como Vitnik no.
Tener una política de comunicación no es sólo elaborar gacetillas y comunicaciones sobre las cosas positivas que realiza una empresa. Es -sobre todo- tener un plan de contingencia ante alguna situación de crisis. Dos empresas cordobesas pasaron esta última semana por situaciones de crisis comunicacional: Vitnik (con los talleres de trabajo esclavo que involucrarían a supuestos contratistas) y Kadicard (que fue objeto de un informe de ADN sobre las altas tasas que se cobran en créditos a jubilados). Más allá de los hechos en sí mismos, ambas empresas reaccionaron de manera diametralmente opuesta: Vitnik se escondió y espera que "pase la cosa"; Kadicard salió a dar la cara, se puso a disposición de los periodistas y emitió un comunicado con su posición. Bien por Kadicard; mal por Vitnik.
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