Te contamos sobre la llegada de MercadoLibre a Córdoba e hicimos hincapié en las 130 sillas de US$ 600 que compraron para todo en la oficina.
Lo cierto es que lo que la empresa profeso como filosofía de trabajo horizontal es llevado a la organización de la oficina y reflejado en los muebles: el mismo mobiliario en todas partes. “No hay distinción por cargo, no importa si sos CEO o no, todos tienen el mismo escritorio, la misma silla y de la misma calidad”, nos cuesta Daniel Gándara, encargado de Software Development en MercadoLibre.
“Las condiciones de trabajo rigen para todos de la misma forma”, agrega Gándara y continúa: “queremos reforzar la cultura de horizontalidad entre los colaboradores y tener los mismos muebles muestra explícitamente lo que llevamos a cabo a nivel teórico”.
Un viaje de reunión
Unas de las perlitas que encontramos en las oficinas son las salas de reuniones en formato “vagón de tren” que desde ML llaman “Meeting Tables”.
Cuentan con un asiento único para dos o tres cuerpos y una mesa fija. Cada “vagón” tiene la opción de poder refrigerar o calefaccionar a gusto de las personas que lo ocupan ya que están aisladas con una puerta de vidrio.
Además de las Meeting Tables están las Meeting Rooms con imponentes mesas centrales para reuniones más numerosas o formales que requieren de otras facilidades.
Como una alfombra voladora
La oficina tiene unos 1.000 m2 y cuenta con 102 puestos de trabajo ya instalados. El piso, por su parte, es una de los detalles que pocos conocen pero que llaman la atención por su ingenio.
El piso técnico está elevado unos 15 centímetros del suelo generando así una cámara de aire en la base para ayudar a una mejor calefacción y refrigeración: “es ideal para épocas frías porque los puestos de trabajo se mantienen siempre a la temperatura deseada sin necesidad de estar cerca o lejos de los aires acondicionados”, explica Gándara.
¡Qué se haga la luz!
Finalmente, y como te mostrábamos en esta nota la semana pasada, la luz natural es capitalizada en MercadoLibre ya que no hay elementos que obstaculicen su ingreso en el interior de la oficina por lo que se aprovecha hasta el último “rayito” de sol. Y, claro, se ahorra más energía.
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