El 27 de mayo de 2016 se inauguró la estatua de Daniel Salzano obsequiada a la ciudad por el diario La Voz del Interior. Sus autores son Nacho Lucero y Andrea Toscano, con colaboración de Víctor Barrera. Fue realizada en resina poliéster y estructura de hierro.
Se instaló en la esquina de San Jerónimo y Buenos Aires en una mesa del Sorocabana cuando el histórico bar se encontraba allí. En la mesa estaba también una réplica del diario La Voz del Interior. Luego para darle mayor visibilidad se trasladó la obra a la calle, cuando se peatonalizó un vasto sector de San Jerónimo en 2020.
En 2022 el Sorocabana se muda al frente (en diagonal) y la estatua también, pero a Plaza San Martín y en la mesa ya no tenía el diario sino un libro.
La reinauguración fue el 21 de mayo de 2022 justo un día antes del que hubiera sido el cumpleaños número 81 de Salzano y Daniel quedó allí sentado en su mesa, rodeado de otras mesas del Sorocabana con la ilusión de que los cordobeses paren a tomar su café.
Hasta Jairo fue a la reinauguración y -por supuesto- su esposa Cristina Klemo también estuvo allí y lo “acariciaba”. Tres años más tarde, en 2025, la estatua fue retirada de Plaza San Martín y las mesas del bar también, en su lugar pusieron a Trapito un personaje de Manuel García Ferré.
InfoNegocios encontró la estatua de Daniel Salzano arrumbada en un local de calle Bueno Aires que funciona como un depósito de mesas y sillas rotas, allí en un rincón está Daniel esperando ser rescatado del olvido.
Consultamos a un alto funcionario municipal por el destino de la estatua de Daniel Salzano y la respuesta fue: “Está en restauración y se colocará nuevamente en la plaza en 15 días”. La foto que ilustra esta nota fue tomada el 4 de diciembre.
Sólo como recordatorio: Daniel Salzano murió el 24 de diciembre de 2014, ojalá que antes de ese aniversario vuelva a su café, su libro y a su bohemia en algún lugar icónico de Córdoba porque ahora “parece un cuadro pidiendo a gritos exposición”. En tiempos de Navidad creamos en el Milagro del Bar Unión y en el regreso con la gloria que merece Daniel.
Milagro en el Bar Unión / Daniel Salzano
Ella está triste y él está solo en el Bar Unión,
afuera el agua cala los huesos del corazón.
Él pide un whisky Caballo Blanco para empezar,
a él los caballos lo ponen siempre... sentimental.
Prende un cigarro y hace un anillo de colección,
el humo viaje al techo del Bar Unión.
Ella entretanto piensa en el dandy que la ha dejado,
un tipo duro de ojos azules que era casado.
Mira su cara en el espejo con aflicción,
si no lloviera tal vez saldría del Bar Unión,
pero se queda porque prefiere para el dolor,
la luz espesa, color de luna, que da el neón.
Ella está triste y él está solo en el Bar Unión,
afuera el agua cala los huesos del corazón.
Dios toca el piano, y el segundero en el reloj,
hace rayitas con alfileres en el dolor.
Pero volvamos donde dejamos la narración,
ella está triste y él está solo en el Bar Unión.
Él pone un disco de Ray Barreto en la vitrola,
va hacia la mesa donde ella llora porque está sola.
No dice nada, corre la silla y saca un pañuelo,
ella lo acepta, alza los ojos, se arregla el pelo.
El hace señas, pide dos tragos pa′ continuar,
a él los caballos lo ponen siempre... sentimental.
Caballo blanco para la dama y el caballero.
Afuera sigue hachando el aire el aguacero.
Parece un cuadro pidiendo a gritos exposición
los solitarios color de luna bajo el neón.
Dios cierra el piano, se pone el saco, cruza el salón.
Se va a la calle y sale volando del Bar Unión.
Algunos bares parecen hechos a la medida,
son como besos que hacen milagros en las heridas.
Ella está triste y él está solo en el Bar Unión…
Ella está triste y él está solo en el Bar Unión…
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