“Augusto es muy emprendedor, ha pasado por diferentes emprendimientos a lo largo de su vida y yo soy una persona que ve oportunidad y un negocio en cualquier idea, en ese sentido los dos nos complementamos bien. Cuando él me plantea hace dos años que quería abrir una verdulería y carnicería me pareció que no tenía mucho que ver con el rubro nuestro, el marketing, pero obviamente lo apoyé y le dije que le demos para adelante. Él comenzó a desarrollar la idea, a juntarse con gente que sabe, muchos amigos lo asesoraron, empezó a estudiar el negocio y creó la idea”, cuenta Coti Arzelán.
Ambos se animaron a dejar de lado la zona de confort y dar el gran salto. Coti ocupaba un puesto gerencial y tomó la difícil decisión de soltarlo para dedicarse de tiempo completo a cumplir este sueño en conjunto: “En 2019 sabíamos que en el 2020 queríamos abrir el negocio, lo teníamos muy en claro. Nos faltaban algunas cosas como el nombre y trabajar la marca en sí, pero el año nuevo lo recibimos los dos sabiendo que este era el año del negocio. Queríamos ser más emprendedores que nunca. Llevar la idea a lo tangible y concretarla. Queríamos tener algo juntos y que sea propio”, nos cuenta.
Lejos de paralizarlos, la pandemia los impulsó a trabajar más duro por este proyecto, que inicialmente tenían pensado inaugurar a fin de año: “Nosotros queríamos abrir después de pasar el invierno, pero lo aceleramos y una vez que encontramos el local lo pusimos en marcha. La marca la trabajamos mucho en conjunto, él sabía muy bien qué quería y entre los dos lo fuimos construyendo. Fueron meses muy intensos de trabajo porque los dos teníamos nuestros trabajos fijos de 10 horas diarias, cuando terminábamos nos poníamos a trabajar mucho en esto y también durante los fines de semana”.
La Boquería, ubicada en Rosario de Santa Fe y Esquiú, seguramente se irá convirtiendo en el mercadito del barrio. Durante el fin de semana se podía ver una cola de personas esperando para conocer lo que ofrece este pintoresco rincón de General Paz: “Recibimos mucha gente el finde semana largo, vienen a ver qué hay, todo el mundo nos dice que era lo que se necesitaba en el barrio, nos felicitan por lo lindo que está el local”.
El mercadito cuida hasta el más mínimo detalle, desde la decoración, la disposición y presentación de los productos, hasta los murales en los que se pueden leer frases con un toque de humor como: “Le ponemos huevo y condimento a todo lo que hacemos” y “La mejor carne para tu asado, el resto depende del asador”.
Apenas se pueda llegarán degustaciones para que los clientes puedan probar los productos antes de comprarlos: “Lo que sí nos trabó la pandemia es que queríamos hacer degustaciones y no las podemos hacer ahora. Queremos que la gente deguste los productos que tenemos, que puedan probarlos, cuando se levante un poco el tema de la pandemia vamos a hacerlas”.
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