“Para diseñar mis piezas me inspiro en el universo marino. Le puse este nombre porque me encantan los abanicos de mar, un tipo de corales, visualmente ramificados y de estructura semidura. Mi objetivo es despertar interés y concientizar sobre nuestros hábitos de consumo y cómo estos afectan la vida marina y el medioambiente”, señala Carolina Rico.
La joven emprendedora nacida en Burzaco, actualmente vive en Olivos, provincia de Buenos Aires. Estudió diseño de indumentaria en la FADU (Universidad de Buenos Aires) y joyería contemporánea. “Tuve una materia llamada Diseño de accesorios en la cátedra Kweitel-Kohon y además estudié joyería en el taller Casa Petit Comité de Magalí Anidjar”, cuenta entusiasmada.
En sus creaciones la joven utiliza la impresión 3D para traer a la tridimensionalidad los diseños que crea en la computadora. También confecciona piezas en metal a mano. “Trabajo para tener una producción responsable y zero waste, por lo que recupero los ‘descartes’ plásticos de mi producción, los reciclo artesanalmente y los convierto en nuevos diseños”, explica.
Actualmente tiene cuatro colecciones: Origen, para los accesorios impresos en 3d; Fusión, para las piezas donde se combina el trabajo artesanal, el diseño digital y la impresión 3d; Renacer, para las piezas creadas a partir del reciclaje de residuos plásticos; y Eterna, para las piezas realizadas artesanalmente en metales, principalmente bronce.
En la línea Origen se destacan los aros Coralito, que son uno de los modelos más económicos y se puede personalizar el color; en Fusión: los aros Medu, elegidos por su diseño novedoso y llamativo; en Renacer: los aros Nova, que son piezas únicas hechas artesanalmente, que tienen el plus de ser realizadas con plástico reciclado; y por último en Eterna: los aros Ophelia, un diseño orgánico y delicado.
La diseñadora de joyas considera que más que accesorios ecológicos, crea diseños conscientes. “Cuando uno se adentra en la elección de materiales, uno descubre que todos tienen sus pro y sus contras a nivel medioambiental, no existe el material perfecto. Mi joyería es imperfecta, es humana”, define.
Metal, bioplásticos y con bioplásticos reciclados. “Gorgonia no busca ser la marca más ecofriendly del mercado, sino que apunta al activismo imperfecto. Busca ser real y transparente con sus consumidores y darles a ellos la información para elegir qué les parece mejor consumir”, señala Carolina.
En impresión 3D se pueden usar varios materiales, algunos aportan dureza, otros resistencia al desgaste o altas temperaturas. El más común es el PLA (ácido poliláctico), un plástico fabricado con recursos renovables de origen vegetal, como el almidón de maíz, la caña de azúcar, yuca y remolacha. “Al ser muy utilizado hay una amplia paleta de colores que elegir y es reciclable”, aclara.
La impresión 3D es ideal para los prototipos, ya que permite modelar y materializar, corregir y volver a materializar tu diseño en un período relativamente corto de tiempo. Pero se generan desperdicios. “Cuando empecé con esta tecnología creía que sí se podía degradar con microorganismos en las condiciones y entornos adecuados, es decir en un compost industrial. Pero no es compostable. Eso determinó que guardara los residuos hasta descubrir cómo reciclarlos”, aclara.
La impresión 3D permite producir a pedido, sin mínimos ni grandes inversiones, y ofrecer un producto más personalizado, brindándoles a los clientes la oportunidad de encargar los accesorios en el color que prefieran.
Las personas que compran joyas de Gorgonia tienen un interés común por el cuidado del ambiente. “Personas que valoran el poseer una pieza única, que tiene el plus de ser producida con material reciclado; hay quienes nos eligen por el diseño; otros por su amor al océano y la estética marina”, reconoce Carolina.
En cuanto a provincias, sus clientes son principalmente de Buenos Aires y en menor medida de Córdoba y Santa Fe. Al tener precios accesibles, el costo de envío a veces compite y encarece el producto y eso impide la venta a lugares más lejanos. Los precios van desde $ 540 a $ 1700 el par de aros. Se realizan envíos gratis a partir de una compra de $ 4000.
Tan durables como valiosas. Si se cuidan las joyas pueden durar mucho. “Trato de que mis productos sean de calidad y durables. El metal puede volver a pulirse o repararse y el PLA si se lo cuida puede durar muchos años”, señala.
En cuanto al servicio post-compra en caso que los accesorios se dañen por un uso indebido o ya no quieran utilizarlos, los clientes tienen la posibilidad de acercarlos al taller para que se puedan reparar, reciclar o reconvertir en nuevos modelos.
“Tengo una tienda online como único medio de comercialización, trabajo con todos los medios de pago que ofrece Mercado Pago y transferencia bancaria”, agrega Carolina.
La emprendedora adelantó a InfoNegocios que está trabajando en una línea de decoración para el hogar. “Exportar no está entre mis posibilidades pero en un futuro sería muy bonito que personas de otros países paseen por las calles con aros de Gorgonia puestos o tengan un Gorgonia en sus hogares”, sueña despierta.
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