En momentos de auge tecnológico, pandemia, encierro, pantallas y encuentros virtuales, son un hallazgo los espacios para volver a jugar en la tierra y poder tocar, imaginar, crear y vincularse cara a cara, ya que se convierten en escenarios vitales para las infancias de hoy. Betiana Galante y María Belén Funes Viller son las creadoras de Mío Mío, una marca que nació hace unos meses en Córdoba y que pretende darle un toque de originalidad a los eventos infantiles. Ofrecen en alquiler juegos de madera (hechos a mano e inspirados en las pedagogías Montessori y Pikler) que brindan diferentes posibilidades para el cuerpo, estimulando el movimiento libre.
“Los juegos integran una plaza. Actualmente ofrecemos dos tipos de plazas, una completa, llamada Mío Mío, y la Pikler, que es más chica y básica”, comentan las responsables de la marca y agregan: “Lo interesante de esta propuesta es que son juegos individuales pero que tienen la posibilidad de conectarse entre sí para generar diferentes circuitos lúdicos”. Ofrecen triángulos, distintos tipos de rampas, balancín, cubos, toboganes, bloques de formas variadas, mesas y sillas, entre otros.
Con el objetivo de que todos los asistentes al evento se diviertan y jueguen, Mío Mío también dispone de juegos de madera convencionales: un arco de fútbol, tejo y jenga. “Son propuestas que invitan a que el niño mayor o el adulto se conecte con lo lúdico. Nuestro lema es que todos podemos jugar y participar”, sostienen.
Mío Mío llega a toda la ciudad de Córdoba y zonas aledañas y se puede contactar a través de su Instagram @somosmiomio. Con un balance positivo, las creadoras de la marca tienen en agenda sumar propuestas que incluyan souvenirs y juegos personalizados.
“Creemos que los niños necesitan saltar, correr, imaginar y trepar porque con ello desarrollan diferentes habilidades y capacidades que les permiten crecer con alegría y salud. Los juegos Mío Mío invitan a explorar todas estas posibilidades sin imponer reglas, estimulando la creatividad y generando un ambiente lúdico para compartir”, concluyen.
Tu opinión enriquece este artículo: