Solo en noviembre, de los 1991 vuelos operados por Flybondi, 384 sufrieron cancelaciones. Esto representa el 20% del total de las operaciones aéreas realizadas por la compañía. Además, se estima que más de 700 vuelos tuvieron que ser reprogramados.
Los datos que publica el portal especializado Aviación News hablan solos y justifican el por qué la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía de la Nación intimó a la línea aérea Flybondi a que presente en el plazo de 48 horas un plan correctivo para reducir drásticamente las cancelaciones que está teniendo la empresa y que afectan diariamente a miles de pasajeros.
Aunque va en contramano del “laissez faire” (dejar hacer, dejar pasar) de los mandamientos liberales, el caos del que no logra salir el management de Flybondi encendió luces de alerta máxima.
Si en algún momento de 2025 Aerolíneas Argentinas vuelve a entrar en zona de turbulencia por sus pérdidas, el mercado debería reacomodarse con la oferta de JetSmart y Flybondi. Si una de esas patas también falla, viajar será imposible y se abrirá un frente de conflicto de difícil pronóstico.
Aunque Flybondi declara 19 aviones en su flota, informes del sector muestran que hay varias unidades sin operar desde hace muchas semanas, incluso alguno de sus Boeing lleva un año en mantenimiento.
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