Las Chilcas es una empresa familiar, conformada por cinco directores hermanos: tres hombres que están en la operatividad y dos mujeres, todos con participación en el directorio general que maneja la estrategia y decisiones macro; dos de ellos son ingenieros industriales.
La empresa tiene cinco unidades de negocios diferentes, la primera y principal es la agrícola, donde explotan 10 mil ha, la mitad de producción propia y el resto de terceros, de vecinos de la zona, porque buscan abastecerse del maíz, su producción primaria a la que le otorgan valor agregado en origen.
La segunda unidad de negocios es el feedlot, que tiene una capacidad instalada instantánea de 18 mil animales. Dentro de esta unidad, tienen un 70% para servicio de hotelería, con clientes ligados a la industria frigorífica y cárnica, para el mercado interno y de exportación, donde producen todas las categorías, novillitos, novillo, vaca.
Y el 30% que es de producción propia, está en Balnearia, la ganadería extensiva es su tercera unidad de negocios, donde hacen todo lo que es cría y recría. Toda la producción de ese campo, se va a engordar más tarde a Las chilcas.
La cuarta unidad de negocios es la granja porcina. Actualmente cuentan con 500 madres con un alto estatus sanitario en lo relacionado a bioseguridad que le genera una mayor productividad, pero tienen planes de ampliar la granja a 1.000 madres próximamente y en un futuro la producción porcina será de 2.000.
La quinta unidad de negocios es la bioindustria. Las Chilcas cuenta con destilería de alcohol y biodigestor; y es esta unidad la que termina de darle armonía a todo el sistema de producción, que le permite terminar de usar todo el maíz que producen, generando así una economía circular dentro de la empresa, donde los subproductos (residuos) de una unidad de negocios pasan a ser insumos de otra unidad de negocios.
InfoNegocios se reunió uno de los ingenieros, Aguilar Benítez, para consultarle sobre este modelo de economía circular que es un ejemplo para la agroindustria argentina.
IN: ¿Cómo funciona este circuito de bioeconomía circular de manera tal que todos comprendan el modelo?
Andrés Aguilar Benítez: El maíz, que es nuestra producción primaria principal, va a la planta de alcohol, donde hacemos energía, a base de un producto renovable que es el alcohol. Los subproductos de este alcohol, son la burlanda y vinaza, un producto nutricional muy importante para nuestro feedlot, es decir que esos subproductos van a alimentar en otra parte del proceso a nuestros animales. Y los subproductos de los animales, que son el estiércol, tanto bobino como porcino, alimentan un biodigestor y este alimenta una caldera, proporcionándonos un ahorro de 250 mil pesos por día equivalente a gas GLP; y los subproductos de este biodigestor, son productos ricos en nitrógeno, fósforos, materia orgánica, que finalmente van a fertiregar las hectáreas que van a volver a sembrarse con maíz, y así se terminar de cerrar esta economía circular que genera una sinergia o círculo virtuoso que nos potencia y diferencia de otros productores. Esto tiene mucho valor para la agroindustria de nuestra provincia y del país.
IN: ¿Además de ese ahorro, qué beneficios trae al productor y al ambiente tener este sistema en su producción?
AAB: Este tipo de proyectos mejora el impacto ambiental en primer lugar. Además, por el tamaño de la producción, generamos trabajo en la zona de manera directa para más de cien personas y en cuanto a la comercialización del maíz, obtenemos beneficios, ya que evitamos fletes entre otras cosas. Este tipo de proyectos ayuda a atomizar la producción energética del país, además, que esté enclavado en el interior del país le da un sentido mucho más federal.
IN: ¿Qué cantidad de animales salen por año de Las Chilcas?
AAB: Unos 45.000 al año, entre la hacienda de terceros y la propia.
IN: ¿Cómo los afectó el cepo a la carne? ¿Y cómo salieron adelante con esa producción para la exportación?
AAB: Nos pegó fuerte el cepo a la carne porque tenemos una estrategia agroexportadora muy fuerte a largo plazo, nosotros producimos animales de 500 kg, a nosotros nos sirve eso. El mercado interno busca animales de 300 kg. Nuestro negocio está muy ligado a la exportación y hay una voracidad del mercado de China en cuanto a la carne argentina, y este país la dejó pasar, jamás pensamos que estas medidas estaban dentro de las posibilidades de un gobierno, que se cierren las exportaciones para nosotros fue una locura, no hay ganadores con estas decisiones. Nosotros tuvimos que malvender nuestra hacienda a un precio muy por debajo.
IN: ¿A dónde llega la carne de Las Chilcas?
AAB: Nosotros no exportamos de manera directa, vendemos para exportación para Arabia Saudita, China y Rusia.
IN: ¿Cómo surge la idea de construir una planta de bioetanol?
AAB: Siempre nuestro norte fue darle valor en origen a nuestro cereal, nosotros ya veníamos de familia agropecuaria, pero esta idea surge de nosotros, de todos los hermanos, porque queríamos avanzar en este proyecto con la tecnología de punta disponible diseñada para productores agropecuarios. Antes nosotros fletábamos mucha burlanda, sacábamos camiones con maíz y volvían con burlanda, pero, así y todo, no tenía sentido. Teníamos el consumo y el maíz acá, en el mismo lugar y la tecnología de Porta. Los biocombustibles hoy nos permiten disminuir el impacto ambiental y ser mucho más ecológicos, eso es lo más importante para una empresa como la nuestra.
IN: ¿Hicieron una alianza con el municipio de Villa María de Río Seco para aprovechar los residuos orgánicos de esa localidad?
AAB: Sí, juntos hicimos un trabajo de concientización y pusimos cinco puntos de reciclado en lugares estratégicos de grandes generadores de residuos orgánicos, y parte de esos residuos los retiramos y van a parar al biodigestor, previo proceso y control de la separación, y lo que generamos es una gran disminución de residuos en la localidad.
IN: Si de tecnología aplicada hablamos, ¿tienen su propia planta de alimento balanceado? ¿Qué cantidad de alimento produce?
AAB: Sí, unas 10 toneladas/hora para darle servicio a la producción propia, hace 16 raciones, las preparamos ahí mismo y molemos también para las plantas.
IN: ¿Estás de acuerdo con la nueva ley de biocombustibles?
AAB: Casi todas las plantas de bioetanol están en Córdoba y nuestra experiencia fue tenida en cuenta por el gobierno provincial pero lamentablemente no por parte del gobierno nacional, quienes no tuvieron en cuenta las opiniones y necesidades de los empresarios y productores, que necesitamos para las plantas una rentabilidad positiva y previsibilidad, porque de este modo se ponen precios de manera arbitraria.
IN: ¿Hace falta una nueva Ley de Promoción Agroindustrial a tu entender?
AAB: Necesitamos más fomento y financiación para el sector, una ley para promover la agroindustria, lo que, en mi opinión, es una de las posibilidades que este país tiene para salir adelante, porque tenemos una ventaja competitiva con los demás países de América Latina, Europa. Yo soy pro producción en todo sentido, pero en cuanto a la agroindustria estamos muy bien posicionados para que nuestros productos salgan con valor agregado, pero no están las condiciones para hacerlo todavía, tenemos que concientizarnos ambientalmente, productivamente, socialmente y políticamente.
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