Ángela Café fue una idea que surgió en pandemia, de la mano de Eugenia de Anquin, bisnieta de Ángela -por quien lleva su nombre la torre- y bisnieta de quien la construyó en 1983 (dato: el año que viene este ícono cumple 40 años). “Es rendirles un homenaje también a ellos, poniendo algo lindo, donde la gente pueda venir a entretenerse, a estar tranquilos, a relajarse, y comer y tomar algo rico”, cuenta Eugenia.
El 8 de agosto abrió sus puertas Angela Café, y desde entonces recibe cada día a un cliente nuevo, que conoce el espacio por recomendación de un tercero o porque simplemente pasó por esta emblemática torre de 30 pisos (27 de Abril 370).
“Me gusta la idea del café porque me parece un momento que vos te podés tomar si estás solo, si estás en pareja… Lo veo como hasta más importante que un restaurante”, nos cuenta el motivo de la elección cuando decidió emprender, Eugenia.
Angela Café cuenta con un espacio interior (de 50 m2) y también con un gran espacio exterior, donde se puede disfrutar de toda su carta: cafetería de especialidad (caliente y fría), con opciones de leches vegetales; jugos, gaseosas y aguas; pastelería como croissants, rolls de canela y budines, con opciones veganas y sin tacc; y opciones saladas como tartas, ensaladas y sándwiches, ideales para el almuerzo.
El espacio (pet friendly en su totalidad) abre sus puertas de lunes a viernes, de 8 a 20 horas, para tomar un buen café de especialidad (desde $ 350) en cualquier momento del día.
Tu opinión enriquece este artículo: