Las asociaciones concluyeron que en caso de acceder a este tipo de terapias, es importante que se lo haga dentro del marco legal existente, es decir, siguiendo los métodos de la investigación médica, en donde por tratarse de un procedimiento experimental, el mismo debe ser gratuito, atenerse a un protocolo de investigación aprobado por la autoridad regulatoria local, en el caso de la Argentina, el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) y contar con el consentimiento informado otorgado por el paciente. El cumplimiento de esta regulación es la única salvaguarda de que se han evaluado seriamente los riesgos a los que se expone el paciente.
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Los pediatras dicen su verdad: guardar células madres es un negocio de pícaros
Las posibilidades de que determinado hecho ocurra son diferentes. Que a una persona le caiga un rayo - ni que hablar si son siete, como ocurre en la película El Curioso Caso de Benjamin Button - es muy poco probable; pero puede suceder. ¿Comprarías un seguro de vida por si te cae un rayo? En el futuro todo puede pasar así que… algunos lo adquirirían ¿no?
Pues bien, esa es la razón que esgrimen las empresas que preservan células madre: en un futuro pueden servir para curar enfermedades para las que hoy la ciencia no tiene respuesta. Quien está en contra de esta lógica es nada más y nada menos que la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación: nada está comprobado aún, así que los médicos no deben participar de ese negocio, disparan.
“La comunidad científica internacional condena el uso de células madre para tratar pacientes como una “innovación médica no probada” cuando ocurre fuera de un ensayo clínico y especialmente cuando los pacientes deben pagar por el procedimiento. La recomendación ética es que los médicos y/o científicos deben abstenerse de participar en los mismos”, destaca un comunicado de ese ministerio.
La posición fue avalada por la Sociedad Argentina de Pediatría - que agrupa a más de 16.000 profesionales en todo el país- y las principales asociaciones oftalmológicas nacionales.
“Su uso terapéutico probado se limita hoy a algunas enfermedades hematológicas, en el contexto de trasplante de médula ósea o hematopoyético, de modo que la aplicación clínica a otras enfermedades como las neurológicas, diabetes, cáncer, etc. es aún muy lejana. Para que ello suceda, se debe probar no solamente su eficacia terapéutica, sino también su seguridad mediante la metodología de la investigación clínica”, destacan. Es decir, por ahora, no está comprobada la utilidad del tratamiento. En otras palabras, es poco probable que sirva, dicen pediatras, oftalmólogos y científicos nacionales.
(Más sobre el desarrollo de las investigaciones con células madre, en la nota completa)
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