La apertura estuvo a cargo del chef Roberto Ottini que desplegó toda su italianidad en un espacio superior al anterior: el nuevo Lucca, está ubicado en Rodríguez del Busto 4086, al lado de Lucca Bar, dentro del complejo Dinosaurio Mall de barrio Alto Verde (anteriormente estaba en Av. Laplace en un moderno edificio).
De entrada, en el salón se exhibe un cuadro con la Torre Guinigi, una imagen representativa de Lucca, ciudad de la Toscana, que es famosa por estar en pie desde el siglo XV y poseer en su parte superior encinas que conforman un jardín arbolado: “Sin duda nos transporta a nuestras raíces y sabores de casa, es tradición, son recuerdos de seres queridos como la Nonna”, expresan los dueños.
El restaurante amplió su capacidad y hoy tiene la posibilidad de recibir a 162 personas y cuenta con la opción de utilizar un salón anexo para eventos de 80 personas.
Dentro de sus pastas, el ravioli di vitello es uno de los más elegidos, además: “Hoy contamos con 90 etiquetas y como propuesta que acompaña nuestro cambio de carta incluimos vinos de Italia, esa es la novedad”, afirman.
Al ser consultados sobre lo más difícil del negocio gastronómico, aseguran: “Saber adaptarnos a las nuevas tendencias en la cocina, podemos ser clásicos e incorporar técnicas y presentaciones modernas”. Uno de los propietarios, Carlos Galeotti, cuenta con experiencia en el rubro gastronomía y además tiene La Parrilla.
Roberto Ottini, chef y asesor gastronómico italiano, fue el encargado de la apertura y él mismo sirvió los canapés y un risotto con funghi en la noche de inauguración al ritmo de la tarantela y acordeón a piano en vivo, finalizando con un alegre Bella Ciao. “Mi asesoramiento nació porque la familia de Carlos es originaria de la ciudad de Lucca, Italia, y me dijo, Roberto quiero que vengas a asesorarme, y claro, yo tengo sangre italiana en las venas, qué mejor que venir acá a Lucca a hacer mi trabajo como asesor y preparar una nueva propuesta”, nos dice Ottini.
“Ahora tenemos una carta reducida que va a sufrir cambios, buscamos que nos sirva para estos días de invierno, con productos de estación, donde nos encontramos con un risotto, un osobuco, también una ensalada con granada, que son frutos de invierno y sabores bien Italianos”, agrega Ottini. El rissotto es su favorito, porque nació en esas regiones donde cultivan arroz, cerca de Milán, Pavía, Vercelli, donde se produce el arroz y consume mucho rissoto.
El trabajo del famoso chef es la asesoría y vendrá a Córdoba cada 3 semanas o 1 mes, para estar sobre el funcionamiento, analizar la estadística de venta, y sumar platos nuevos, siempre teniendo en cuenta la impronta italiana.
Y al indagar sobre su carrera Ottini deja en claro: “Yo aprendí a hacer la pasta italiana en un gran restaurante italiano, que es Cipriani, que tiene una sección que se dedica a hacer pasta y seca en tabla de madera. Yo abrí el Cipriani de Buenos Aires porque trabajaba con ellos en Nueva York y luego acá me quedé, me sentí como en casa. Tomé muchas cosas de Cipriani porque elabora mucha materia prima y eso te enseña. La harina y el vino son dos pilares de la gastronomía”.
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