Hay motivos para brindar. Eso piensan desde la Bolsa de Comercio de Córdoba, la entidad que desde la gestión de Manuel Tagle tomó un vuelo distinto y cerró este 2025 con muchas actividades relevantes en el calendario.
“No hubo otro centro de ideas, universidad o fundación que haya convocado y contado con la presencia del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, este año”, remarca Guido Sandleris, director de Ecosur, el centro de estudios donde se apoya la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Guido Sandleris, presidente de Ecosur, el centro de estudios de la Bolsa de Comercio.
Para el propio Manuel Tagle, 2025 fue un año “fantástico”: la economía argentina continuó en la senda de la desinflación, se tuvo por segundo año consecutivo superávit fiscal, el gobierno superó los sobresaltos pre-electorales y -con la ayuda de Estados Unidos- superó el desafío electoral.
En octubre, la mayoría de los argentinos acompañó este rumbo económico y sobre el cierre del año se logró aprobar una Ley de Presupuesto, fundamental para la solidez del programa de gastos e ingresos del 2026.
“Quedan enormes desafíos como convivir con la apertura económica y mantener el crecimiento de la economía, pero somos optimistas que siempre los planes de estabilización que pasan estas etapas terminan siendo exitosos y convenientes para el país”, resumió Tagle a la hora del brindis.
Sandleris, Tagle y Josefina Sandoz, CEO de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Además de miembros de la Bolsa de Comercio y periodistas, Gabriel Bornoroni el único político que se acercó a la terraza del club house de El Terrón (un desarrollo inmobiliario de la familia Tagle) para saludar a sus colegas y dejar anécdotas de la dura batalla parlamentaria por el Presupuesto.
Entre los banqueros presentes, la preocupación por el crecimiento de la mora (que ya supera el 10% de los clientes) fue un tema recurrente, más allá que todos respiraron aliviados luego del resultado de octubre y la calma en el mercado cambiario.
Pero los desafíos para los bancos (y los bancos públicos en particular) es enorme: con el nuevo esquema económico, los costos internos empiezan a ser centrales en la ecuación para mantener números azules y eso llevó y llevará a más cierres de sucursales, optimización de recursos humanos y -también se cree- la fusión de bancos en busca de volumen y sinergias.
Como pocos años que se recuerden, el brindis no estuvo teñido de incertidumbres y urgencias. El panorama para 2026 parece mucho más claro, lo que no significa que sea fácil ni falto de desafíos.
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