“Lo más importante es la salud de los mexicanos, después seguramente veremos cómo salir de la crisis. Porque tendremos pérdidas eso es seguro, pero nunca tantas como si no hubiésemos tomado las medidas tomadas para atacar la Influenza Humana”, alertó el presidente mexicano Felipe Calderón.
Por qué México cree que vencerá a la Influenza Humana
Porque desde el principio se siguió con el protocolo de salud que la OMS prevé para estos casos, y desde el 23 de abril, cuando se declara la alerta pandémica, las medidas fueron rápidas y determinantes.
Se comunicó con detalle día a día sobre el virus, sus mutaciones, origen y maneras de prevenirlo o atacarlo en caso de contagio.
Se cerraron escuelas públicas y privadas de todos los niveles y los casi 34 millones de estudiantes mexicanos permanecen en casa hasta el 6 de mayo, por ahora.
Esa misma semana, el gobierno compró equipos millonarios para aumentar la cantidad de pruebas para detectar el virus, unas 40 cámaras termográficas y equipos especiales no sólo para hospitales sino para los 8 aeropuertos más grandes del país.
Desde el anuncio de las medidas preventivas, todos los ciudadanos las adoptaron en el acto. Todo el mundo salió con barbijos a la calle, con sus toallitas con cloro o gel antibacterial por si las moscas. (Ni yo usaba en esos días, reconozco que pensé que no era para tanto).
Los partidos de fútbol se jugaron en estadios cerrados y hasta los shows de TV por primera vez mostraron ausencia de público en los estudios. Se suspendieron las visitas a las cárceles y aunque presos y familiares provocaron protestas y hasta heridos, la medida no se levantó sino hasta este domingo, a dos días de no reportarse nuevas muertes.
El gobierno decretó la exención total de impuestos aduaneros a equipos médicos para agilizar su ingreso al país y aunque el domingo arrancaron las campañas electorales para diputados que se definirán el 5 de junio, los partidos no pueden realizar actos masivos hasta el 15 de mayo porque la distancia prudente entre personas debe ser de unos dos metros, por ahora. Y todos de acuerdo.
Tampoco hay cultos religiosos ni eventos multitudinarios hasta que el gobierno diga. Como nunca, Google Earth pudo haber tomado fotos y la ciudad se vio por primera vez, vacía. La gente sigue las consignas.
Todo esto en un lapso de tan solo 10 días. Sip, 10 días. Y el virus entró al fin en su fase de descenso.
En el mundo ya son más de 1.000 los casos confirmados en 20 países y en México, al cierre de esta edición, son 727 los casos confirmados de los cuales 26 fallecieron, 16 mujeres y 10 hombres, según el secretario de Salud, Córdoba Villalobos.
Ayer lunes, el gobierno lanzó una especie de manual impreso al mismo tiempo que en la web con los lineamientos a seguir para reanudar paulatinamente las actividades laborales en centros de trabajo, restaurantes, y en el transporte público, con el fin de evitar la transmisión de influenza humana y comenzar a salir del parate en el que hoy se encuentran esos sectores.
Finalmente, la OMS reconoció la rapidez de acción de las autoridades mexicanas y el compromiso fundamental de los ciudadanos para contrarestar y lograr el descenso del nuevo virus. Mientras, ya se trabaja en conjunto con profesionales de todo el mundo, en la nueva vacuna que esperan esté lista dentro de los próximos 3 a 6 meses.
Y ahora “veremos” qué pasa con la crisis económica
El año pasado y antes de la actual crisis financiera internacional, el Banco Mundial estimó que una pandemia de gripe podría costar 3 billones de dólares y resultar en una caída cercana al 5% del Producto Interno Bruto global. Y aunque no hay todavía cifras exactas de lo que implica esta gripe para México, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) ya estimó que la actividad industrial del país caerá en números rojos al desplomarse hasta un 7.9% al finalizar el año, arrastrando un desempleo de 730 mil puestos en el sector formal. Por la crisis económica mundial y ahora el adicional de los efectos de la influenza humana, también el PBI mexicano estará entre - 4.3 y - 5.4%, “su mayor contracción en 13 años, debido al importante ajuste en la demanda de bienes y servicios tanto en el mercado externo como en el mercado interno… (mientras que) la industria mexicana registrará una impresionante caída, y su principal componente, la industria manufacturera, cerrará el año con un descenso que irá de 7.3 a 8.3%”, augura la Concamin.
En el Aeropuerto Internacional de México los vuelos diarios bajaron de 900 antes de la alerta a 746 actuales, contando tanto vuelos nacionales como internacionales. Ni hablar del cierre de fronteras que no sólo afecta al turismo sino a las exportaciones mexicanas. La industria hotelera en Cancún por ejemplo, está trabajando a un 44% de ocupación y prevé una caída del 15% en los próximos días. El sector ya prevé 100 mil desempleados. En el DF, la caída de la afluencia turística es mayor y en pocos días seguramente el sector tendrá cifras más detalladas para determinar “acciones inmediatas y fuertes campañas” apenas pase el peligro del virus.
El cierre de restaurantes y negocios del sector implicó, según la Cámara del Sector, pérdidas acumuladas por 1.200 millones de pesos mexicanos durante estos días de contingencia, en los que se obligó a vender sólo comida para llevar.
La Concamin asegura que el gobierno deberá replantearse programas especiales para apoyar a los sectores afectados. Y sí, seguramente se tomen medidas y ojalá tan rápidas y determinantes como las que se tomaron para enfrentar la pandemia y ojalá resulten tan efectivas como éstas. Y cuando toda posible propagación de esta cepa se disipe y quede “sólo” más crisis financiera, Calderón deberá actuar rápido y ya no tendrá la licencia que se tomó el domingo para decirle a un periodista “ya veremos cómo”.
México cree que empieza a ganar la pulseada al H1N1... (a la crisis, “ya veremos”).
(Por Julieta Milanesio – Especial DF / México). Desde el primer día del 2009 cuando pisé estas tierras aztecas por primera vez (y ya para quedarme), noté el espíritu aguerrido de este pueblo que -me parece- muchos subestiman y “ningunean”. “México está en la primera línea de batalla contra el virus A H1N1 y sé que vamos a ganarla no sólo por nosotros sino por la humanidad entera”, fue la sentencia calma y sin tono demagógico del presidente Felipe Calderón (foto) en la única entrevista periodística que dio el domingo por la noche, horas antes de que el secretario de Salud anunciara que la epidemia entró ya, a 10 días de ser declarada la alerta pandémica, en su etapa de descenso. (Una semblanza de lo que se hizo bien y algunos tips del daño económico del H1N1 en la “lupita” que te lleva a Ver Nota Completa).
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