En efecto, en los últimos tres a cuatro años los argentinos tuvimos que acostumbrarnos a vivir con la inflación y todo lo que ello implica, no sólo para presupuestar nuestro día a día y que el dinero cubra los diferentes ítems de dicho presupuesto, sino también debido a que la inflación atenta en forma directa contra la cultura de ahorro.
De hecho, si bien una gran porción de los argentinos cuentan con la cultura del ahorro, no así lo hacen con la cultura de la inversión. Históricamente el argentino que cuenta con capacidad de ahorro, lo ha canalizado en la compra de moneda extranjera (dólar), en la colocación a plazo fijo o bien en la compra de inmueble o “ladrillo”, como se dice habitualmente.
Sin embargo, a la presión inflacionaria de los últimos años se le sumó la restricción a la compra de moneda extranjera, el precio de los inmuebles se elevó de manera importante y los plazos fijos no pagaban los retornos suficientes para hacer frente al avance del índice de precios.
Como consecuencia de lo planteado, el ahorrista no tuvo más remedio que comenzar a utilizar su ahorro en consumo, ya sea haciendo el viaje que deseaba, cambiando su auto, renovando sus electrodomésticos, en fin…
Sin embargo, el consumo es un círculo vicioso y no tener control de ello puede darnos más que un dolor de cabeza.
Hasta hace algunos meses atrás, consumir era “una solución” para hacer frente a la presión inflacionaria y a nuestro desconocimiento en la cultura de la inversión. El problema es que como el consumo se torna vicioso, muchos no sólo se han limitado a utilizar sus ahorros sino que también han aprovechado la oferta de crédito que el mercado otorgaba y cometieron el error de creer que ese crédito era una prolongación del ingreso.
Sin embargo, tras la devaluación del mes de enero pasado y la suba de tasas de interés, las condiciones han cambiado y es importante que se reaccione rápidamente a dicho cambio. Este cambio afectará a muchos, ya que la oferta de crédito cedió fuertemente y los consumos realizados en su oportunidad con largos planes de cuota, ahora hay que pagarlos.
Es posible que gran parte de las personas que estén leyendo este artículo ya tengan claro este cambio y hayan tomado las riendas del asunto, poniendo nuevamente control a las finanzas personales, pero si así no fuera, entonces bienvenido sea este alerta.
¡Buen fin de semana!
Momento de ordenar nuestras finanzas
(Por Ruben J. Ullúa – Analista de Mercados Financieros – Twitter: @Ullua) Suena fácil decirlo ¡pero qué difícil es hacerlo!. Sin embargo, la coyuntura económica que estamos viviendo a nivel nacional nos obliga a tomar las riendas de nuestras finanzas, antes de que lleguen los dolores de cabeza.
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