Sábado 8 de marzo, 10.30 horas. En la sucursal Paseo Rivera de Libertad un matrimonio quiere pagar dos cubiertas de auto y varios alimentos que lleva en su carrito cuando la cajera le informa que como no está “inscripto” debe cortar el ticket antes que supere los $1.000. Ésta es una situación habitual, según cuenta a InfoNegocios la trabajadora. “La mayoría de los tickets superan los $1.000 y por día debo inscribir por primera vez a unos 5 o 6 clientes”, afirma.
¿Por qué los súper cortan el ticket?
Por un norma establecida en 1998por la Administración Federal de Ingresos Públicos -y que no se actualiza desde 2011- que dispone un control a las compras superiores a $ 1.000 en los supermercados, obligando al comercio a consignar los datos del comprador y estos queden a disposición de los inspectores de la AFIP. Para no incomodar al cliente, las cadenas de supermercados optan por emitir dos o más tickets y dividir la compra.
Así las cosas, el costo de esta disposición por pérdida de productividad (y de compras) es cada vez mayor ya que con la suba de precios el “piso” impuesto por Afip es muy bajo.
¿Cuánto puede perder el hipermercado? Un simple cálculo arroja una buena aproximación: un cajero con 5 años de antigüedad y que trabaja 36 horas semanales tiene un salario bruto de $ 7.800, si pierde 50 minutos por día por el “trámite”, la productividad le “cuesta” a la empresa unos $ 55 por día y por cajero. Un híper tiene un plantel de entre 25 y 30 cajeros, lo que totaliza casi $ 600.000 anuales. El costo de la burocracia no es menor.
Los pequeños, menos afectados
Las cadenas de supermercados locales están menos afectadas por esta “pérdida burocrática”.
“Nosotros tenemos un ticket promedio que ronda los $ 100 - cuenta Benjamín Blanch, de Buenos Días -, no nos afecta tanto como a las grandes superficies; es necesario que el piso de esta norma se eleve porque ha quedado desactualizado”, expresa.
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