Los toldos verticales han tenido una buena difusión en los últimos años, por dos motivos: son sencillos de usar e instalar y se integran al diseño.
Hay tres lonas que ganaron buenas calificaciones: las acrílicas, las vinílicas y las microperforadas, en ese orden.
En cuanto al sistema de accionamiento los hay manuales con una manivela o motorizados a tecla o con control remoto, que además se le puede incluir un sensor ($1.500 cada uno) de viento, lluvia y sol. ¡Qué tal!
Usualmente se opta por las lonas acrílicas. Un balcón de 7m lineales cuesta unos $2.700 con una vida útil de 5 años, aunque son más difíciles de limpiar, en especial las lonas transparentes que se manchan con el sol. De todos modos hay muchos colores lisos o rayados que se pueden elegir.
Para una galería, un toldo de lona acrílica de 3,50 x 2 m cuesta $ 3.400, y las más “paquetas”, que son las microperforadas cuestan unos $3.200 en iguales dimensiones.
Por último, motorizarlas cuesta unos $1.700 si es a tecla y $2.500 con control remoto, en tanto, la instalación $350 aproximadamente.
Parando el sol con un toldo
(Por Sara Bongiovanni) La galería y el balcón son dos de los lugares más visitados en el verano y -bien acondicionados- permiten alargar la temporada. Por otro lado, si están orientados al oeste, en verano requieren protección vertical porque es la única posibilidad de detener la fuerte incidencia del sol en esa dirección. Pero para todo hay una solución: los toldos. Al margen de su función de dar sombra aporta un ajuste distintivo a los espacios con estructuras manuales o motorizadas.
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