En el Plan de Gobierno hay definidos 8 objetivos estratégicos (estabilidad macroeconómica, acuerdo productivo, infraestructura, desarrollo humano, combate al narcotráfico, fortalecimiento institucional, modernización del Estado e inserción inteligente al mundo) los cuales contienen cerca de 100 iniciativas prioritarias que representan el 70% del gasto primario nacional. Con el Presupuesto 2018, entonces, se puede conocer el monto asignado a cada iniciativa prioritaria y, con ello, el destino que se le da a los fondos federales.
Para evaluar la lógica que se utilizan en la asignación de los fondos federales según las iniciativas prioritarias sirve de ejemplo el objetivo de desarrollo de infraestructura. Según el proyecto ley de Presupuesto 2018 se observa que:
* Para el desarrollo de infraestructura de transporte se proyecta una inversión total de fondos federales del orden de los $88 mil millones para el año 2018.
* De esta inversión, $39 mil millones se asignarán a la iniciativa Plan Nacional Vial, que contempla el desarrollo de rutas nacionales.
* Los restantes $49 mil millones se asignarán a la iniciativa Desarrollo del Transporte Urbano para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Estos datos señalan que el 56% de la inversión que se planea hacer en infraestructura del transporte con fondos federales se asignarán a la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Esta asignación nacional al área metropolitana tiene como contrapartida una inversión minoritaria en el desarrollo de rutas nacionales que recorren el resto del país. Se trata de una distribución de fondos que colisiona con la lógica que debería prevalecer en un país que eligió constitucionalmente una forma de organización federal.
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