Los responsables de distintos gimnasios de la provincia, nucleados en la Cámara de Gimnasios Córdoba (CGC), elevaron un petitorio a la Secretaría de Comercio de la Provincia para disminuir el efecto económico en el que se ven inmersos a partir del cierre definitivo de los establecimientos como consecuencia de la pandemia.
Actualmente, son cerca de 3.000 los gimnasios afectados en la provincia a partir del cese de la actividad. Frente al escenario de incertidumbre, plantean no solo ser eximidos del pago de Ingresos Brutos sino, además, flexibilización en el acceso a créditos, reducción en los costos de alquileres y eliminación de los cargos fijos de las facturas de Epec y Ecogas que correspondan al periodo de no uso de los inmuebles comerciales, eximiéndose de impuestos por retrasos o mora en los pagos de facturas atrasadas, entre otras propuestas. Desde el ámbito municipal, y luego de una reunión del sector con autoridades, se llegó al acuerdo de eximirse del pago de la Tasa de Comercio e Industria. Sin embargo, desde la CGC aseguran que “hay muchos costos aún que afrontar a partir de la ganancia cero que están padeciendo”.
Pero, además, se preparan para hacer frente a un eventual retorno. “Entendemos que cuando nos permitan abrir, no va a ser como antes, sino que debemos tomar medidas previas que ya venimos analizando para poner en marcha al momento en que podamos reactivar nuestras actividades”, plantea Noelia Minatto, coordinadora general de la CGC.
En este sentido, desde la Cámara plantearon una serie de recomendaciones a modo de protocolo a seguir al momento de una reapertura. Además de profundizar las medidas de higiene y reacondicionamiento de los espacios a fin de cumplir con las medidas de distanciamiento obligatorias, los clientes deberían cumplir con una política de acceso y check in: se estima para mayor organización poner a disposición de los clientes un sistema de reserva de turnos con registro previo para asistir al establecimiento. De manera de preservar el control de cantidad de clientes en sala o clase, proponen pautar una permanencia máxima en el local de 45 minutos por persona, de modo tal que fanáticos del gym, abstenerse al tiempo estipulado. Asimismo, recomiendan suspender toda clase que implique contacto entre los socios, como por ejemplo las artes marciales y limitar el ingreso al gimnasio exclusivamente a la población que no constituye grupo de riesgo, entre otras numerosas consideraciones.
Desde la Cámara se recomienda continuar con los planes de entrenamiento consultando a un profesional de la salud deportiva para conseguir un estado físico, cardiovascular y osteomuscular óptimo y remarca la importancia de mantenerse activo en todo momento, sobre todo en una situación de confinamiento como la actual. “El ejercicio tiene un efecto protector del sistema inmunitario, cuyo estado óptimo es crucial para responder de un modo apropiado a la amenaza del COVID-19”, plantean. “Nosotros trabajamos por la salud. Somos expendedores de movimiento y eso impacta directamente en el estado físico y emocional de las personas. Por eso pedimos que nos miren con lupa y escuchen nuestros reclamos”, finaliza Minatto.
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