Thamara Cafaro es bioquímica y asesora científica para un laboratorio, pero nada tiene que ver su profesión con su negocio: con una amiga el 10 de marzo del 2020 (sí, 10 días antes de la pandemia) abrieron un local comercial pequeño, con la idea de darle una nueva vida a la moda y hacer circular esa ropa que está en el placard sin uso: “Nuestro propósito era generar un cambio en el consumo de moda, parar la locura de comprar porque sí y vender ropa generando un cambio de hábito”, dijo.
La pandemia las motivó a reestructurar y armar el negocio, además de buscar proveedoras para tener stock. “El 15 de mayo de 2020 pudimos abrir nuevamente y empezamos con 10 proveedoras y 400 prendas, creamos nuestra tienda ecommerce y catálogo en whatsapp. Hoy tenemos 17.000 prendas y 535 chicas que nos proveen la ropa. Este negocio es distinto a los otros, ellas confían en nosotras, en que tenemos su ropa, se la vamos a vender y pagar. Hay fidelidad y un clima de comunidad, nos ayudamos mutuamente. Esto para nosotras era relevante. Viva La Prenda es un negocio en donde la confianza es todo”, explicó Thamara.
Al principio, como todo emprendimiento, tuvieron un crecimiento lineal, las ayudó mucho el boca en boca y publicidad. La inversión en su momento fue de mil dólares que utilizaron para el armado del local, sistema para cargar las prendas y tener todo organizado, entre otras cosas que implican armar un local desde cero.
Un empujón fundamental vino de la mano del programa Córdoba Emprendedora del Ministerio de Hábitat y Economía Familiar.
¿Cómo funciona el sistema de venta?
Las proveedoras deben ir con sus prendas al local (todo lavado y en buen estado) y se le colocará el precio de venta (tabulados en general por tipo, excepto marcas internacionales o reconocidas, que le llaman “prendas estrellas”). Una vez realizada la venta, la proveedora se lleva el 50%, lo puede cobrar durante el mes o usar ese crédito para comprar ropa de nuevo, generando así la “circularidad”.
“Cuando se piensa en ecología, automáticamente se lo asocia con la basura, pero nunca se piensa que una remera va a convertirse en basura y es tan contaminante desde que la hicieron hasta que termina como residuo final”, indicó Thamara y agregó que el concepto primordial en Viva La Prenda es Residuo Cero, justamente, que la prenda nunca se convierta en desecho. Si está en buen estado se puede vender, si no es óptima para su venta, se puede donar y si no tiene más uso se puede utilizar como materia prima para otro producto. Es una economía circular. Rinde ambientalmente y económicamente.
Las chicas de Viva La Prenda reciben ropa de hombre y mujer, adultos, accesorios, marroquinería, de fiesta, calzado, etc., por temporada, hay que contactarse y coordinar. El local está ubicado en la calle Cabo Ahumada 632, barrio Nuevo Urca, de 10 a 13 y 18 a 21, de lunes a sábado. Realizan envíos a todo el país comprando online.
Su objetivo comercial para el 2023, según Thamara, es mudarse a un local más grande y en algún momento abrir alguna sucursal. En cuanto a impacto social, crear alianzas con asociaciones o fundaciones donde puedan ser un eslabón para la cadena de producción con los residuos. Y seguir creciendo con esta economía circular. Es su diferencial.
“El cuidado del planeta es lo que más nos moviliza y la venta de ropa a través de la moda circular, es la forma que encontramos para aportar nuestro granito de arena”, finalizó la dueña.
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Gaston Fontaine :
por qué será que jamás ponen links en las notas?