San Honorato sumó una “delicatessen” a sus mesas (y no se come…).
Uno de los leitmotiv de San Honorato es la innovación y la constante búsqueda de nuevos detalles para sus clientes. Y pensando en eso contrataron una empresa para que los provea de unas mini toallitas muy simpáticas -que al hidratarlas se agrandan- y con las que los comensales pueden limpiarse las manos. “En realidad estas mini toallitas se usan cuando se comen mariscos o cosas con las manos y es más el impacto que causa que la utilidad. Nosotros le ponemos, al agua con la que se hidratan, alcohol para que sea más higiénico”, explica Esteban Picolotti, socio gerente de San Honorato.
La empresa proveedora del producto es una importadora ubicada en Rosario que trae las toallitas de Alemania. Y si bien el producto existe en varios lugares, hasta el momento en Córdoba, sólo lo hemos visto en San Honorato.
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