Nicolás Ramos, el creador de la marca, jugaba al fútbol en un torneo cordobés con amigos y eran muy repetitivas las veces en las que se quedaban a comer algo y muchos se olvidaban los utensilios. La organización “era un caos”.
La idea principal de Tercer Tiempo nació cuando a Nicolás se le ocurrió, tal como se hace con las camisetas de fútbol, guardar lo de todos en un baúl: “Con mi hermano (Ignacio) creamos un modelo de cajón de madera, liviano, con un tamaño justo y lo llevé al torneo. Ahí lo vieron otros equipos, les gustó y pidieron que les haga para ellos. Me di cuenta que los torneos de fútbol estaban en auge y había un público ideal al cual apuntar. Al hacer el segundo baúl (ambos publicados en redes con fotos) llegó la pandemia y no teníamos a quiénes ofrecer la venta, entonces ampliamos y apuntamos a otro público, como a las familias, que eran las permitidas en su momento a juntarse”.
Fue a partir de esa idea que realizaron un baúl para 6/8 personas y según Nicolás, fue “un boom y algo super novedoso”. El cajón incluía todo lo que se necesita para comer un asado: tablas y vasos personalizados con el nombre de cada uno, cubiertos, saleros, repasadores, etc. De a poco la gente iba pidiéndoles por Instagram productos según la necesidad, por ejemplo para dos y lo realizaban en una versión más pequeña. De ahí comenzaron a hacer envíos a otras provincias.
A pura mano, creatividad y con otros trabajos en paralelo, Nicolás e Ignacio dedicaban su tiempo libre a Tercer Tiempo y se asociaron con un taller para agilizar el proceso de sus productos con máquinas para obtener un resultado prolijo y con detalles.
“Como los productos eran principalmente hechos con madera, agregamos mates, cuencos, etc; luego incorporamos el cuero y creamos cintos, billeteras, entre otras cosas y nos dimos cuenta que ya contábamos con un catálogo extenso. Ahí dimos con otros emprendedores que nos recomendaron el programa de Cordoba Emprendedora con el cual nos fuimos profesionalizando a través de distintos cursos y capacitaciones. También aprovechamos la oportunidad de tener un stand en el Córdoba Shopping y las personas que pasaban a ver nuestros productos y compraban, se quedaban muy satisfechas”, dijo Nicolás.
Hace ocho meses están en un espacio en el Shopping Paseo del Jockey, tuvieron que invertir alrededor $ 1.200.000 y lo utilizan como venta presencial y punto de retiro.
Los productos se pueden personalizar y grabar, se selecciona al momento de la compra, previsualizando cómo quedaría el grabado. Hacen envíos a todo el país a través de Andreani, las compras se pueden realizar en su Instagram y por WhatsApp.
“Con la experiencia de tener un local, nos dimos cuenta que una gran parte de nuestro público busca hacer regalos con los productos de Tercer Tiempo”, dijo Nicolás. En cuanto a planes de expansión, tienen como objetivo principal abrir góndolas en todos los shoppings de Córdoba para que haya varios puntos de retiro, también llevar stands a las vinerías, en puntos estratégicos de la ciudad, con algunos productos para complementar. Y un objetivo a nivel internacional, es llevar una franquicia de Tercer Tiempo a España.
“Buscamos que cada regalo que se haga, como las tablas para compartir, sea algo personalizado y novedoso, llamativo, que se pueda combinar con otro que vaya de la mano y hacer un combo con productos que tienen que ver con nuestras costumbres y tradiciones”, finalizó el dueño.
Hoy Nico, Nacho y Cintia, la “cabeza administrativa” de Tercer Tiempo, no venden simplemente el producto como “una tabla” si no lo que pasa con esa tabla: el momento, el lugar, el compartir y los recuerdos.
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