- La visión económica actual está destruyendo al mundo: hoy el paradigma es el crecimiento económico y no la conservación del planeta. No se pueden crecer ilimitadamente.
- Para una economía sostenible se debe dar marcha atrás a la economía global y apostar a la economía local. ¿Cómo se adaptan las megaciudades a una economía local y más rudimentaria? Antes de contestar esa cuestión, más estratégica, necesitamos trabajar para que más personas se den cuenta de que nuestro planeta está en crisis. Hoy el movimiento ambientalista no ha hecho un análisis sistémico de la situación, especialmente en las tecnologías de producción.
- Es imperativo reducir la huella ambiental. Empresas, consumidores y Estados deben conocer la historia de lo que consumen y no una visión meramente industrial.
- Debe nacer otra economía, más conservadora, restauradora y ahorrativa.
- El objetivo es sustituir técnicas por tecnología: el glifosato es tecnología. Estamos trabajando en siembra directa pero sin químicos.
- Es un mito que la agricultura debe alimentar al mundo, producir energía y forraje para los animales. Se ha impuesto a los productores rurales que deben alimentar al mundo cuando en realidad su deber es cuidar los suelos.
- La megaminería degrada todo a su paso. Destruye vida.
Tompinks, el millonario filántropo ambientalista: "La economía debe ser local y no global"
Como Jacques Cousteau, Douglas Tompkins es un "conservacionista generalista", puesto que contempla todo el espectro del conservacionismo y la ecología y no sólo un aspecto puntual. Este empresario multimillonario que vendió sus compañías es hoy el filántropo ambientalista más importante del mundo y el jueves pasado fue uno de los disertantes de la conferencia “Conservación de Áreas Naturales: un desafío académico, estatal, empresario y ciudadano” que se realizó en Córdoba.
Tompkins decidió –hace 20 años- poner su fortuna al servicio de megaproyectos ambientales, como la creación de tres parques nacionales privados, que a largo plazo serán donados al Estado, recrear un marginado pueblo en el sur de Chile, desarrollar infraestructura ecoturística en diversas regiones del país trasandino y de Argentina
Su posición es radical: asegura que para que la economía sea sostenible se debe dar marcha atrás a la visión global y apostar a la economía local, aun utilizando técnicas pasadas, y subraya que es imperativo reducir la huella ambiental. A quienes lo critican diciendo que compró miles de hectáreas para quedarse con importantes reservas acuíferas, les contesta: “todo lo que tengo lo donaré al Estado”.
(Más sobre la visita a Córdoba del polémico empresario, en la nota completa).
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