¿Qué tiene Smartdrink para ofrecer? Una coctelera, pero no cualquiera, sino una Lamborghini Edition -un producto desarrollado en conjunto con la marca automotriz-, y 14 cápsulas de diferentes tragos para preparar en tres pasos: se encastran en el vaso, se agrega hielo, agua o soda, y se bate. ¿El precio? La coctelera con 2 cápsulas cuesta $ 2.700.
Además, como producto complementario para estos tragos rápidos, en Smartdrink desarrollaron una línea de perfumes comestibles que replicarían lo que hace un bartender con algunos ingredientes como canela o romero por ejemplo. Es decir, uno prepara su trago en la coctelera Lamborghini y cuando está listo lo perfuma, dejándolo casi como si recién saliera de la barra de un bar.
Origen, cambios y novedades
La marca nace en el año 2013 en Argentina, como continuación de un proyecto anterior desarrollado en Italia por los hermanos argentinos Folatelli, que se trataba de un electrodoméstico para hacer bebidas. Al darse cuenta que el consumidor no quería otro producto más de este tipo en su casa, lo simplificaron en un vaso medidor, que no requiere electricidad y se puede trasladar a cualquier parte.
A lo largo de los años la marca fue cambiando y probando diferentes unidades de negocios. Al día de hoy cuenta con una planta de producción propia y 1 local comercial ubicado en la calle Honduras -Buenos Aires-, pero llegaron a tener 5 locales antes de la pandemia.
Una de las últimas novedades de la marca fue su desembarco en República Dominicana mediante un distribuidor, y también en México con una planta de producción y un local comercial.
Pero eso no es todo. Algo muy reciente, y nacido a raíz de la situación actual de pandemia, fue el desarrollo de una nueva propuesta de negocio: la incorporación de revendedores a la marca. Con esto buscan que entusiastas de todo el país ganen dinero mediante comisiones altas vendiendo los productos de Smartdrink de forma directa. "Es como tener una mini franquicia, a costo cero", comenta al respecto Patricio Folatelli, uno de los creadores de la marca.
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Juan Manuel Cañada :
Es una estafa. Y después no se dejan notificar las demandas y/o arbitrajes. Se quedan con el dinero y no entregan el producto rompiendo el pacto de exclusividad. Una verguenza. Ni el estudio de abogados cuyo domicilio consignaron en el acuerdo (el mismo Estudio del preso JAIME), se quiso notificar. Y continua el proceso... ya van a responder.