El 19 de marzo de 2020 se cerró Superpark en cumplimiento de la cuarentena obligatoria que dictó el Gobierno nacional y debió esperar 11 meses para volver a llenar de risas el predio que ocupa en el Parque Sarmiento desde 1967. Hasta enero del 2020, cada año pasaban 550.000 personas por sus atracciones.
Superpark tenía hasta ese momento 53 empleados, entre los estables y los que solo cumplían tareas los fines de semana. Actualmente quedan 41, repartidos en dos grupos para evitar cualquier tipo de contagio que afecte al público y que impida que la rueda de la alegría siga girando.
En el tiempo que el parque estuvo cerrado se debió hacer mantenimiento, porque las atracciones mecánicas (todos juegos italianos) de este tipo necesitan estar en movimiento para que funcionen bien; es una regla de seguridad. Además al ser un espacio arbolado también requiere limpieza y cuidados a diario. Para los habitués del Parque Sarmiento y también para algunos visitantes ocasionales del pulmón verde de Córdoba, era una imagen casi fantasmal ver durante la cuarentena entre las moles silenciosas del mambo, las sombrillas, las tazas, la calesita o los autitos chocadores, personas trabajando, como quien pone su casa a punto esperando esa visita que parecía que nunca iba a llegar.
En diálogo con InfoNegocios, el contador Jaime Serrano Fuster, explicó cómo se trabajó para la reapertura del Parque: “En agosto del 2020 se hizo un protocolo de la Cámara Argentina de Turismo y en uno de los anexos estaban los parques de atracciones, lo aprueba el Ministerio de Salud de la Nación y se lo pasa a los COE provinciales”.
“En noviembre habilitaron las calesitas (NdR: en Córdoba funcionan cinco) y los salones de juegos parecidos a nosotros (los que funcionan en los shoppings). En diciembre, días antes de Navidad, nos recibieron del COE y en enero nos llamaron para avisarnos que nos habilitaban”.
Entonces, se capacitó a los empleados para cumplir con los protocolos que se siguen a rajatabla en el Superpark y se formaron grupos de trabajadores por fin de semana, para tener siempre un equipo listo en caso de algún contagio. El personal, minutos antes de la apertura, recibe instrucciones sobre cómo actuar en cada caso y cómo ajustarse al protocolo para que todos puedan disfrutar.
Uno de los mayores capitales del Superpark, sin dudas, es ese ensamble que logró esta sociedad familiar entre empleados y directivos para soportar once meses sin trabajar.
“Durante los 11 meses, los empleados estuvieron suspendidos cobrando con el ATP, los meses que cubrió el ATP, y después salió todo de los socios, incluso los otros gastos, cargas sociales, luz, y la parte del salario que no cubría el ATP”, detalló Serrano Fuster.
Actualmente Superpark pudo acogerse al Repro2 el nuevo programa del Gobierno nacional que subsidia una parte de los salarios.
La habilitación que les otorgó la Municipalidad les permite tener 600 personas en el predio (la capacidad total es de 1200 personas) y también los espacios para el festejo de los cumpleaños. Serrano Fuster señaló que primero se quiere enfocar en la “reapertura del Parque y luego volverán los cumpleaños”.
En las redes sociales de Superpark la vuelta de los cumpleaños es uno de los pedidos más insistentes.
En enero de 2020, Superpark cortó 6.000 boletos por fin de semana; en el primer fin de semana de la reapertura se cortaron 3.000.
“Después de 11 meses parados, esperaba menos gente. El parque abre de miércoles a domingo y los días de semana ingresaron unas 800 personas por día”, explicó el directivo de Superpark.
“El barbijo se exige a partir de los 6 años, y las familias cumplen”, señaló. Asimismo, detalló: “Los 15 juegos tienen capacidad para unas 20 personas por juego, entonces no tengo colas de espera, o gente en el medio del Parque. Hay un empleado por juego, en su cabina y entre vuelta y vuelta desinfectamos los juegos”. El juego más atractivo sin dudas es el mambo, aunque ingresa la mitad de gente porque hoy no pueden estar sentados unos al lado de los otros.
Serrano Fuster destacó que es un parque “infantil, por eso los juegos están pensados para que disfrute la familia, aunque también vienen grupos de adolescentes y jóvenes”.
Serrano Fuster trabaja en el Superpark desde los 13 años, conoce cada rincón y cada secreto de ese gigante que pasa mágicamente del silencio absoluto al rugir de motores de las atracciones y las risas de los niños y grandes. Por eso, no es extraño que a los 32 años esté al frente de este emprendimiento que nació de la mano de su abuelo y que luego pasó a sus tíos, y ahora a él le toca llevar el timón de la alegría.
Actualmente el costo por atracción es de $ 100 pesos, pero hay promos familiares que son las más convenientes. Un pase de 10 boletos por $ 900 y un pase de 20 boletos por $ 1400. Con el pase de 20 boletos una familia tipo tiene una tarde de diversión asegurada.
Hay una puerta de ingreso y otra de egreso. El personal lleva con un contador manual el detalle de la cantidad exacta de personas que están en el predio y cuando se cumple el aforo habilitado de 600 personas, no se permiten más ingresos hasta que salen 50 personas e ingresan igual número. Si bien hay fila de gente afuera de las instalaciones, el flujo es rápido y no hay mucho tiempo de espera.
Con la reapertura del Superpark también cobró vida ese sector del Parque Sarmiento, y las personas que viven de sus pequeños emprendimientos como ventas de golosinas, fotos con ponys e incluso los naranjitas.
Superpark abre de miércoles a viernes de 17 a 21:30 hs y sábados y domingos de 16 a 00 hs.
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