La escasa reducción de las retenciones a las exportaciones del agro no tuvo el efecto esperado por el Gobierno, pero sí el que desde un comienzo previó el propio campo.
Cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció que se aplicaría una baja temporaria de las retenciones, desde el Gobierno se apuntó que la medida serviría como impulso para las exportaciones del sector, aunque el campo siempre sostuvo que era una medida que no aportaba demasiado.
Y de acuerdo con las cifras que se manejan en el mercado, esa sensación se hace cada vez más palpable. Según las estimaciones sectoriales, noviembre cerrará con liquidación de exportaciones por parte de agro por u$s 1600 millones, lo que implicaría una baja respecto de los registros de octubre, cuando sumaron u$s 1715 millones.
Incluso, esa marca ya había representado una caída de 4% respecto de septiembre, lo que si bien activó alguna luz de alerta, en algunos sectores del campo se afirmaba que había signos que podrían llegar a pensar en una mejora de la situación.
Según las fuentes consultadas por El Cronista, en los primeros días de noviembre el ritmo de liquidación de exportaciones había sido bueno, al punto de que en algo más de una semana se habían tocado los u$s 660 millones, una cifra que permitía armarse de buenas perspectivas.
"Habíamos tenido un buen final de octubre y un buen arranque de noviembre, lo que nos hizo pensar que la tendencia negativa tal ves era revertible. Pero cuestiones macro como la estabilidad que por ese entonces mostraba el dólar se perdió, y para colmo después volvió a tomar forma el impuesto a la riqueza, que obviamente fue tomada como una muy mala señal", contó una de las fuentes consultadas.
De cara al futuro, este panorama no es el más alentador. Si ya la pequeña baja en las retenciones fue baja en un comienzo, se debe tener en cuenta que ese margen se achica todavía más.
Según los cambios en el esquema de retenciones, la correspondientes al grano de soja cayeron del 33% original, al 30% en octubre. Pero en noviembre esa alícuota creció hasta el 31,5% y en diciembre llegará al 32%. En enero de 2021 todo volverá a normalidad, y se restablecerá el 33%.
Con esto, el Gobierno apuntaba a captar al menos entre u$s 3000 millones y u$s 5000 millones de los u$s 7000 millones que se estima que el campo tiene disponible para liquidar, previsiones que ahora deberán ser revisadas.
Mientras tanto, y como una forma de intentar recuperar parte de las exportaciones del agro que no se dan, el Gobierno avanzará con algunas de las cuestiones que se comprometió a realizar con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Esto tiene que ver -sobre todo- con la simplificación de ciertos trámites burocráticos, que habían sido marcados por el agro como complicaciones a la hora de exportar. Esta reunión sin embargo se postergaría para la semana que viene, ya que estaba prevista para hoy, pero muchas actividades oficiales fueron suspendidas por los tres días de duelo decretados tras la muerte de Diego Maradona.
Con el mismo objetivo de sumar ingreso de dólares, en ese encuentro también se espera que se avance sobre la baja de retenciones para la carne vacuna, que podría ir 9% a entre 3% y 5%.
Esta es una deuda del Gobierno tiene desde que se comenzó a mover el tema de las retenciones. En aquel momento se avanzó con las ventas de soja al exterior, pero la carne quedó de lado, pese a que había estado en los planes iniciales.
Ahora, todo indica que para los próximos días se anunciaría finalmente este cambio, un factor que podría mejorar las exportaciones de carnes argentinas, aunque el objetivo central es mejorar el flujo de ingreso de dólares a la Argentina.
Previo a esto, el Gobierno se ocupó de pautar con los frigoríficos que, ante la mayor rentabilidad de los mercados externos, no se descuidara el interno, de modo de evitar desabastecimiento.
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