En recesión, con el acceso a los mercados de capitales internacionales absolutamente cerrado, y el compromiso asumido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de lograr un superávit primario de 1% del Producto Bruto Interno (PBI) y con el riesgo de una aceleración inflacionaria a la vista, el Estado nacional debe rascar la olla para obtener los ingresos necesarios en los próximos dos años y financiar en 2020 unos u$s 50.000 millones, cerca de 16% del PBI.
Con este panorama, el candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, señaló que una posible medida que tomaría en su gobierno, si gana las elecciones del 27 de octubre, sería subir la alícuota de Bienes Personales, para recaudar con una mayor presión impositiva sobre las personas físicas. Según los analistas consultados por El Cronista, este incremento sería positivo en cuanto a la equidad tributaria, pero con escaso efecto en el objetivo primordial de achicar primero el déficit y después tener superávit.
Tras elogiar el modelo de distribución del ingreso que aplicó el Frente Amplio en Uruguay, y días después de señalar como camino imitable para la Argentina la reestructuración amigable de la deuda externa que se hizo en 2003 al otro lado del Río de la Plata, Fernández amplió ayer sus conceptos.
El candidato del kirchnerismo señaló que Uruguay incrementó impuestos a la riqueza de las personas
Contestó, a una consulta de El Cronista, que "parte del superávit que consiguió Uruguay fue reformulando el sistema impositivo y gravando los Bienes Personales, cosa que no ocurre en Argentina. Si tan contentos están con la salida uruguaya, tengan en cuenta este aspecto", acotó.
El país vecino logró mejorar sus cuentas públicas a partir de un severo ajuste fiscal desde 2003 y un aumento de impuestos a las personas, como cree Fernández que debería ser. Según el candidato, en la Argentina tiene mucha presión tributaria sobre las sociedades y poca sobre las personas.
Roberto Lavagna, candidato por Consenso Federal y ex ministro de Economía, afirmó que "el peso impositivo, sumando Nación, provincias y municipios, ya es prácticamente insoportable", por lo que desaconsejó incrementar esa carga. En ese sentido, enfatizó: "Lo que hay que ver es cómo vamos a empezar a bajar impuestos para crear empleo".
El economista y director del Centro de Estudios Económicos de la consultora de Orlando Ferreres (OJF), Fausto Spotorno, planteó: "No serviría para nada incrementar la alícuota de Bienes Personales, porque habría que levantarla muchísimo para que tenga un impacto fiscal considerable y, en ese caso, va a convenir ser residente de otro país".
El ex ministro Roberto Lavagna le salió al cruce: "El peso impositivo si es insoportable", dijo
Spotorno calculó que ese impuesto recauda ahora entre 0,2% y 0,4% del PBI y duplicarlo podría significar ingresos por hasta otro 0,4%, contra un déficit fiscal (contando intereses) cercano al 4 por ciento. "No cambiaría mucho", sostuvo. Para él, un alza representativa sería una alícuota de 10%, lo que sería "impagable".
Aunque "es cierto que es mejor tener mayor presión impositiva sobre las personas físicas que sobre las empresas, porque sino se recae sobre el sistema productivo", Spotorno consideró que la "Argentina tiene muchos impuestos (y altos) en general en los dos lados" y recordó que el presidente Mauricio Macri pensaba lo mismo que Fernández.
En contraposición, Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, analizó: "Bienes Personales es un impuesto chico que está mal diseñado e incentiva la elusión. Primero habría que unificarlo a nivel nacional. Un aumento no solucionaría el déficit fiscal ni sería un cambio drástico, pero como vienen años de recesión sería inteligente gravar la riqueza, que es un stock, y no los ingresos, que es un flujo".
"La Argentina va a continuar con los mercados financieros cerrados y el superávit primario de 1% para 2020 es una utopía. La emisión monetaria no va a ser una alternativa. Gravar la riqueza es una buena idea y contribuye a la equidad social, pero no es una solución de fondo, porque el problema fiscal es bastante grave", amplió.
En 2018, Bienes Personales recaudó $ 5800 millones o el 0,3% de los recursos tributarios. "Como argumento de campaña, Fernández puede proponer una suba progresiva de las retenciones y otros impuestos que no afecten a su base social de apoyo", dijo Rajnerman, quien remarcó que en los países desarrollados la presión tributaria es mayor en las personas físicas que en las sociedades y también advirtió que los mecanismos de elusión están "muy aceitados" en la Argentina, lo que es un problema para el fisco.
De acuerdo con los números de Spotorno, la presión tributaria total (incluyendo Nación, provincias y municipios y contando lo extra presupuestario como fondos de obras sociales y seguridad social provincial) alcanza el 37% del PBI. Sin lo extra presupuestario, la presión nacional rondaría el 24% y la total, el 29%.
Datos
- 5800 millones de pesos recaudó el Estado por Bienes Personales el año pasado
- 37 por ciento del PBI es la presión tributaria total según Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferrreres
- 0,4 por ciento más sobre el PBI aportaría duplicar la alícuota de Bienes Personales
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