Alberto Fernández le brindó una entrevista al Financial Times en la que se refirió a la situación del canje de deuda con bonistas y adelantó que la oferta que presentó el país es la última ya que "no podemos hacer nada más".
En el primer reportaje que realizó con un medio internacional desde que asumió, Fernández explicó que "cualquier otra cosa que se hiciera -para pagar la deuda- pondría en riesgo nuestro capacidad" y, en esa línea, sostuvo: "No quiero estafar a nadie".
"No habrá otra oferta", insistió el Presidente, en referencia al plan de reestructuración presentado, que tiene como plazo el 4 de agosto para adherir a los bonistas.
Fernández brindó el reportaje acompañado de Martín Guzmán, el ministro de Economía, y profundizó. "Quiero poder mirarlo a usted a los ojos después y no ser acusado de mentir. Esto es lo que podemos hacer, no podemos hacer más", se sinceró el mandatario, de quien el FT recuerda su paso como jefe de Gabinete de 2003 a 2008, en la presidencia de Néstor Kirchner, luego de la salida de la crisis de 2001. Además, dijo ser un "pragmático" y dejó una frase que revela buena parte de su manual de gobierno. "Francamente, no creo en los planes económicos", sostuvo.
Desde Olivos, donde se reunió con los periodistas, agregó una reflexión. “Esperamos que el mundo nos entienda. No vinimos aquí para pelear con acreedores. Vinimos a solucionar un problema que no creamos ", dijo, señalando que fue el gobierno de Mauricio Macri el que masivamente aumentó la carga de la deuda.
El Presidente tocó otros temas en la nota, como la situación energética y el diálogo internacional argentino con países como China. Al tiempo, se refirió a su relación con Cristina Fernández de Kirchner y la decisión de intervenir la cerealera Vicentin.
“Esa fue mi decisión. Cristina no tenía nada que ver con eso", dijo. Además, se refirió a cierto nivel de estigmatización mediática respecto a la imagen de la vicepresidenta. "Muchos de los temores sobre ella son inventados por los medios y los analistas”, agregó. Además, defendió la decisión de Cristina de expropiar YPF en 2012, cuando era presidenta "porque los accionistas habían dejado de invertir y le causaban a la Argentina un gran problema”.
Sobre la vicepresidenta añadió: "Somos amigos, nos llevamos bien, nos conocemos desde hace mucho tiempo. No somos necesariamente iguales, pero nuestras diferencias no nos dividen. Y comentó, sobre ello: "Por el contrario; hace un tiempo nos dimos cuenta de que estar separados facilitó nuestra derrota en las elecciones presidenciales de 2015". Y cerró: "¿Hablo con Cristina? Sí. ¿Me importan sus ideas? Sí, por supuesto . . . pero el que toma decisiones aquí soy yo."
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