En horas en que la mesa de enlace intenta que Alberto Fernandez le defina día y horario para un encuentro en el que la dirigencia rural planea elevarle su propuesta para el desarrollo del sector agroindustrial y conocer de primera mano los planes que el candidato presidencial del Frente de Todos tiene para la actividad en particular y el país en general si llega a ganar las elecciones, se encendieron las alertas en el campo ante declaraciones del diputado Felipe Solá, uno de los portavoces del sector kirchnerista.
Solá, ingeniero agrónomo y ex gobernador bonaerense, planteó que "habría que volver a un sistema que estuvo muchos años, la Junta Nacional de Granos" para desacoplar los precios internos, en especial del pan, de las commodities como es el trigo. También consideró que habría que elevar las retenciones que paga la soja.
"El precio del pan no puede estar atado ni al tipo de cambio ni al precio internacional del trigo. Creo que hay que volver a eso (por la Junta), un sistema en el que el Gobierno se reserva una cantidad de granos y se la vende a los molineros, pactando el precio del pan", abundó el dirigente cercano a Alberto.
El rechazo en el sector agropecuario no se hizo esperar. Aunque por separado, Sociedad Rural (SRA) y Confederaciones Rurales manifestaron "preocupación" ante los dichos de Solá y reclamaron que el dirigente "aclare si representan su propuesta de políticas para el sector".
En tanto, las cuatro cadenas de valor agrarias (Acsoja, Maizar, Argentrigo y Asagir) plantearon "su enorme preocupación por manifestaciones que van en dirección contraria a las urgentes necesidades del país y destruyen producción y empleo en el corto, mediano y largo plazo".
"El ya fracasado camino de la intervención en los mercados propuesto por Felipe Solá, apuntando a artificiales transferencias entre sectores solo genera incertidumbre y llevará a una menor producción y, por lo tanto, mayores precios para los consumidores y menos trabajo. Argentina va a salir de la crisis con mayor producción, trabajo y exportaciones", plantearon los referentes de las cadenas de soja, trigo, maíz y girasol.
Desde otros espacios de la agroindustria toman con suma alarma la sola expresión de la idea de revivir una Junta Nacional de Granos , a la que consideran "perimida, impracticable, inadmisible" y que sólo derivaría en perjuicios para la propiedad y el empleo en el país, a la vez que aislaría a Argentina del comercio agrícola internacional.
Tras los dichos de Solá se hace "más necesario" que Alberto Fernández reciba a la mesa de enlace, comentaron desde ese nucleamiento, que mantiene la expectativa de ser recibida por el candidato en los primeros días de la semana próxima.
Según pudo reconstruir El Cronista, además, otros jugadores de peso en la agroindustria mantuvieron ya contactos informales con distintos dirigentes del espacio kirchnerista, aunque de momento no se habló o propuso alguna reunión.
Límites al maíz
A una semana de que arranque la siembra de maíz nuevo en todo el país, los especialistas comenzaron a verificar cierto cambio en el impulso para la nueva campaña del cereal, que hace apenas dos meses parecía encaminarse a darle pelea hectárea por hectárea a la soja.
El cambio de escenario local tras las elecciones primarias, con la derrota que significó para el Gobierno, el nuevo shock devaluatorio y la volatilidad se sumaron a un mercado externo con tendencia bajista que se registra desde mediados de julio.
Según el informe de Precampaña de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el maíz puede cubrir 6,2 millones de hectáreas para la campaña que empezará a cosecharse cuando haya asumido el nuevo gobierno.
Si la intención de siembra se mantiene, representará un aumento de 3,3% contra el ciclo previo, lejos del casi 7% de expansión que se proyectaba hace apenas un par de meses.
La entidad porteña indicó que "el nuevo escenario económico" que transita el país "puso cota a la expansión del cereal, que este año dejó una cosecha récord en torno a 50 millones de toneladas para los privados y 57 millones de toneladas para el Gobierno.
Desde la Bolsa porteña señalaron que al escenario mundial bajista se sumaron "en el plano local, los recientes resultados electorales y su consecuencia en los mercados cambiarios y financieros, que han configurado un nuevo escenario, con repercusión en la economía en su conjunto y el sector agropecuario en particular".
Si bien resaltó que "los efectos están limitados" dado que los productores habían tomado decisiones de siembra, como compra de insumos clave, en la previa a la modificación del escenario, desde la Bolsa de Cereales plantearon que "el cambio de expectativas repercutirá de todas maneras en los planteos productivos y en la decisión de siembra, principalmente del maíz tardío", que empieza a implantarse hacia fines de año tras la cosecha de trigo.
La entidad puntualizó que "a la inestabilidad cambiaria se le suma un salto en la tasa de interés, que limita el financiamiento de capital de trabajo" y enfatizó que "el maíz requiere de una mayor inversión por hectárea que la soja por lo que, en un contexto con elevado costo del dinero, el cereal suele ser el más afectado".
Similar lectura tienen desde la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), donde sostienen que la siembra de maíz temprano "se lanzará en los próximos días sin cambios, e incluso puede sumar algo de superficie". Desde GEA refuerzan las dudas existentes para la siembra tardía y el cereal de segunda e incluso la tecnología que se le aplicará al ciclo 2019/20 del cereal.
Tu opinión enriquece este artículo: