Las restricciones a la circulación de personas en el marco de las medidas de aislamiento social para frenar la ola de contagios de Covid-19 dejarán importantes secuelas a nivel de actividad, y la recuperación no será inmediata.
Siete de cada diez empresas consideran que en el segundo senmestre del año, aunque se haya superado lo peor de la pandemia, no podrán recuperar los niveles de actividad pre cuarentena, un escenario en el que el 83% de las compañías decidió reducir parcialmente o directamente cancelar sus planes de inversión para este año.
Los datos surgen de una encuesta sobre perspectivas macroeconómicas realizada por el área de Finanzas Corporativas de BDO Argentina.
Entre las principales conclusiones del relevamiento se destacan una relativa mejora en las perspectivas de los empresarios en mayo, en relación a abril, en especial en lo que hace al cierre temporal de sus operaciones o la rentabilidad de las compañías.
Sin embargo, es notoria la demanda de medidas de asistencia por parte del Estado, para apuntalar un proceso de recuperación, que estiman será más bien lento. Reclaman en particular beneficios impositivos (73,6%), acceso a créditos a tasa subsidiada (41,5%), y subsidios directos (33,9%) en un cuestionario que incluía respuestas múltiples.
El 88,7% de los encuestados considera que el nivel de demanda actual es uno de los principales desafíos, un mes atrás llegaba al 69,8%. El informe subraya, además, que en mayo el 13,2% de los consultados sufrió una "interrupción total de la demanda", un fenómeno que no se había observado en abril.
Por otra parte, "sólo el 17% cree que recuperará su nivel de actividad en el segundo semestre", indica BDO. El dato sorprende por cuanto en abril el 31,25% de los consultados pensaba que habría una reactivación equivalente a la caída en la segunda mitad del año.
En este punto los datos son reveladores. El 71,7% de las respuestas indicó que habrá una recuperación en el período julio-diciembre, pero que no será suficiente para volver a los niveles de actividad previos a la imposición de la cuarentena. Además, un 3,77% de las respuestas indican que la empresa no tiene capacidad de recuperación, y que "podría verse afectada su continuidad".
En este contexto, la palabra inversión parece haber quedado cajoneada, al menos por el resto del año. Apenas 11,32% de las empresas mantiene invariable sus planes de inversiones, mientras que el 83% los canceló o redujo en parte sus alcances. De hecho, cuatro de cada diez consultados (39,62%) señaló que cancela todas las inversiones en 2020.
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