“Hoy, tenemos capital inmovilizado y este nivel de tasas de interés nos va comiendo el margen. Después del Mundial, quedaron cerca de 700.000 televisores sin vender en todo el sector. Es un número suficiente para tres o cuatro meses de ventas”, explicó Marcelo Girotti, CEO de BGH, que agregó que gran parte de ese número está en poder de los retailers.
De hecho, por la necesidad de liquidar stock, ya ve productos ofertados en locales minoristas con descuentos que ubican el precio final por debajo del costo de producción.
En el resto de los electrodomésticos, la caída en ventas ronda el 10% con respecto a 2017.
En el caso de BGH, se pudo reemplazar la producción de televisores con la de acondicionadores de aire, lo que le permitió a la compañía no tener que frenar la planta y evitar suspensiones y despidos.
Para el resto del año, agregó Girotti, se ajustará la producción a un mercado con una demanda menor, mientras se espera la reactivación de la economía.
El ejecutivo agregó que las tasas de interés los afectan doblemente, porque no sólo afecta los márgenes de ganancia en el capital inmovilizado, sino que, además, hace más difícil el financiamiento para el consumidor y contribuye a la caída de ventas.
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