Pese a que fue creado hace casi diez años, el bitcoin ganó protagonismo entre los inversores en los últimos meses. La criptomoneda más conocida había arrancado 2017 apenas arañando los u$s 1000 y llegó a catapultarse hasta los u$s 20.000 a mediados de diciembre, lo que implicó, en concreto, una ganancia del 1950%.
Los ojos del mundo se posaron en este nuevo jugador del mercado, por lo excéntrico, pero, claramente, por lo exorbitante de su rendimiento. De hecho, Argentina no es la excepción, según el cofundador de Bitex, Manuel Beaudroit, "Buenos Aires es una de las ciudades con mayor actividad en criptomonedas, es una de las 10 principales del mundo".
Y el apetito sigue firme, aunque el bitcoin tiene una volatilidad extrema (hoy ronda los u$s 10.200), no está regulado, es un intangible y, por si fuera poco, es muy complejo de explicar su funcionamiento.
A grandes rasgos, es una moneda virtual que nació para ser utilizada como un medio de pago rápido, barato y sin control, que hoy en día puede ser "minado" por cualquier persona, opera las 24 horas los 7 días de la semana y tiene un límite fijado de 21 millones de monedas, que se alcanzará en 2030.
En cuanto a la seguridad, la manera en que funciona es lo que garantiza su resguardo. Sebastián Serrano, Ceo y fundador de Ripio, recordó que "el blockchains (o cadena de bloques) distribuido por todo el mundo, en miles de servidores, es lo que lo hace inviolable".
Si bien puede resultar muy complejo su mecanismo, no lo es como inversión. En el país se puede invertir en bitcoin en pesos o en dólares, a precio local o internacional, y por medio de varias plataformas online que en general cuentan con requisitos muy similares.
Para arrancar, el inversor debe registrase con un mail y una contraseña en una plataforma que opere bitcoins (es importante saber si negocia criptomonedas o sus derivados). Luego hay que informar los datos personales, desde el nombre y apellido hasta la ocupación, y para corroborar la identidad solicitan escanear el DNI y un servicio para confirmar la dirección. También es necesario indicar el CBU o alias de la cuenta bancaria, que es desde dónde se enviará el dinero para comprar los bitcoins y a dónde se acreditará el dinero después de una venta de los mismos.
Otra opción es cargar saldo por Rapipago; en Ripio explican que se escribe la cantidad en pesos a cargar por la página, se clickea "Generar Cupón" y se imprime un cupón con código de barras. Después de pagarlo en Rapipago, el saldo se acredita en la billetera durante las siguientes 24 a 48 horas hábiles.
En cuanto a los montos a invertir, pueden ser montos muy pequeños, como $ 200, hasta cifras de u$s 3 millones, siempre dependiendo de cada compañía.
Beaudroit comentó que en Bitex operan unos 32.000 clientes a nivel global y que el año pasado negociaron unos u$s 200 millones de volumen. "A nivel local, el mercado total que opera en bitcoins debe estar en el orden de 200.000 y 300.000 usuarios. Argentina viene creciendo mucho, en latinoamérica debe estar en el tercer lugar, muy cerca de México; Brasil es el primero", detalló el experto. En cuanto a los montos, dijo que "con pesos o dólares se pueden comprar grandes cantidades de bitcoin a un precio internacional, que es una gran diferencia a veces hasta 30% más baratos. También se operan montos chicos, como $ 1000, y hasta u$s 2 o u$s 3 millones por día".
También existen límites para la venta; por ejemplo en Ripio es de $ 50.000 por día, y tiene que ver con los límites del sistema financiero local. Así lo explicó Serrano: "En realidad lo que hay son políticas de prevención de la UIF por el lavado de dinero que tienen nuestras cuentas en el banco. Si el usuario quiere ampliar los límites lo podemos hacer pero hay que determinar el origen de los fondos, hacer un seguimiento. Los límites no tienen que ver con la liquidez de los bitcoins, ya que se trata de un negocio superlíquido".
Finalmente, como todo mercado, tiene comisiones, que parten del 0,5% y pueden incluir cualquier transacción, tanto la compra como la venta de la criptomoneda, como la transferencia de billetera a billetera.
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