La filial argentina de la compañía francesa Carrefour presentó ayer al Ministerio de Trabajo un plan preventivo de crisis, con el que apunta a ordenar sus finanzas, afectadas por la caída del consumo y factores internos a la empresa.
El objetivo es “encontrar soluciones para garantizar la sustentabilidad de sus operaciones en Argentina. La empresa está atravesando una situación económica compleja tras tres años de pérdidas”, informó Carrefour Argentina en un comunicado.
Y agregó que “la apertura de este diálogo, junto al Sindicato de Empleados de Comercio y el Gobierno, le permitirá plantear un plan para reimpulsar su crecimiento”. En este proceso, Trabajo debe convocar al gremio para abrir una negociación que puede extenderse por 15 días, en el cual no puede haber despidos ni medidas de fuerza.
"La empresa está atravesando una situación económica compleja tras tres años de pérdidas”, informó Carrefour Argentina
Pero no es un hecho aislado. En estos días, Carrefour enfrenta huelgas en su país, Francia, contra el cierre de tiendas y despidos.
Cambio de hábitos
Sobre su plan en la Argentina, Carrefour no dio más precisiones. Sin embargo, desde el Sindicato de Comercio (SEC) revelaron a El Cronista algunas de las medidas que busca la compañía al iniciar este proceso, en un contexto de caída del consumo en el país y de cambio de hábitos.
“Hace poco más un mes, la empresa presentó a la Federación Argentina de Empleados de Comercio (Faecys) una propuesta para cerrar 11 locales en dos años, despedir a 3000 trabajadores y reducir un 20% los salarios. También pretende reconvertir 16 hipermercados deficitarios en supermercados mayoristas o hacer un mix de ambos”, explicó a El Cronista Mario Amado, subsecretario de Asuntos Internacionales de Faecys y delegado gremial del hipermercado Carrefour de Avenida Warnes, en La Paternal.
Hace dos semanas, empleados de ese local se quedaron a pernoctar en el hipermercado, para evitar lo que consideraban su inminente cierre. “El local sigue abierto, nunca dejamos de atender a los clientes, queremos trabajar. Nos rotamos para quedarnos en grupos porque estaban vaciando locales de la galería comercial. Supimos que lo iban a cerrar un lunes. Hablamos con (Armando) Cavalieri y se comprometió a que no sucedería nada sin avisarnos”, agregó Amado, que apoya a Ramón Muerza, rival de Cavalieri, para suceder al histórico dirigente al frente del SEC.
Según los trabajadores, el proceso preventivo de crisis presentado a Trabajo responde en parte a la crisis del consumo, pero también a otros problemas relacionados a ciertos “desmanejos financieros” internos a la empresa en los últimos años.
“Somos conscientes de la realidad, no nos oponemos en sí a ningún plan. Hay compañeros dispuestos a irse si abren un plan de retiros voluntarios. También nos parece acertado convertir hipermercados en mayoristas, para responder a un cambio de la demanda. Esas dos medidas sí las apoyaríamos, queremos conservar la fuente de trabajo”, explicó Amado.
“Somos conscientes de la realidad, no nos oponemos en sí a ningún plan", dicen desde el sindicato.
Según el dirigente sindical, hace 6 años Carrefour tenía 21.000 empleados en el país. “Cuando compró Eki, sumó 1400 trabajadores más. Después abrió 300 bocas chicas, con 1500 empleados más. Pero hoy somos menos de 19.000, el ajuste ya lo pagamos”, afirmó.
En los últimos meses, la cadena sólo cerró un Carrefour Market en Villa Urquiza y distribuyó a los empleados en otras tiendas.
En enero, la cadena registró grandes cambios. Renunció Daniel Fernández, CEO de la filial local por 12 años, junto a otros ejecutivos. Lo reemplazó el francés Rami Baitieh, quien dirigía la filial de Taiwán. El grupo tiene 500 locales en el país, 300 eran de Eki, comprada en 2014.
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