Mauricio Macri miró fijo a la cámara y en medio del debate presidencial anunció que a partir de enero de 2020 los créditos hipotecarios en UVA pasarán a actualizarse por el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) en lugar de hacerlo por inflación (CER). Es decir, si es reelecto, la cuota que ajustaba por costo de vida ajustará por el crecimiento del salario.
"A partir del 1 de enero sus créditos se van a ajustar por salario, no más por inflación. Cientos de miles de familias necesitan acceder a la vivienda propia", señaló el candidato a la reelección quien, además, reconoció que "las familias están preocupadas por las cuotas".
El anunció fue celebrado por Roberto Lavagna que hizo referencia a que su sector lo estaba pidiendo y Alberto Fernández y Nicolás Del Caño le señalaron a Macri que los UVA "fueron una estafa" y que "iban a ser una solución y hoy son un drama para miles de familias".
La medida que anunció Macri implicará un desembolso de parte del Estado. Por lo menos en esa línea está trabajando el Secretario de Vivienda del Ministerio de Interior de la Nación y Presidente de ProCreAr, Ivan Kerr, junto al Ministerio de Hacienda. La intención es la de crear un fondo que compense la diferencia entre la suba del salario y la inflación. Una especie de swap en donde el Estado cubre la diferencia.
"Con este esquema no se cambia las condiciones de los contratos con los bancos, las familias abonarán la parte ajustada por la suba del salario y la diferencia con la inflación saldrá de este fondo. El sistema es sustentable porque a largo plazo salarios e inflación tienden a converger", explicó Kerr a El Cronista.
Las cuotas de los 100.000 créditos UVA están congeladas hasta fin de año, ahora lo que se está estudiando es cómo se aplicará este nuevo esquema. Según explicaron desde la Casa Rosada los fondos para la creación de este sistema de compensación "ya están establecidos en el Presupuesto 2020", y las opciones para aplicar esta compensación son dos: capitalizar todo junto o hacerlo vía Coeficiente de Variación Salarial más un uno o dos por ciento y que confluya dentro de unos 10, 12 meses.
Lo que está claro es que en cualquiera de las dos opciones el Estado deberá aportar el capital inicial.
Durante el 2018 la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación fue de 14,3% y este año las cuotas llevan un aumento de 35%, en línea con la inflación al momento en que se congelaron las cuotas -la inflación acumulada hasta septiembre es de 37,7%- y en los últimos cuatro años el salario mostró una pérdida real de 26% respecto de la inflación.
La intención con esta medida es cubrir a los que ya tienen un crédito y que aquellos que los puedan tomar comiencen con el nuevo modelo de ajuste vía salarios.
De esta manera podría llevar adelante uno de los objetivos que busca el Gobierno desde que comenzó con este tipo de créditos que es la securitización de los mismos. "Hay que estandarizarlos a todos para poder securitizarlos".
Según datos oficiales a comienzos de octubre, el stock de préstamos hipotecarios bajo el modelo UVA alcanza $ 150.000 millones, un 12,5% de incremento nominal con relación a igual mes del año pasado. A pesar de la discusión en el debate, sólo 4 de cada 1000 créditos UVA presentan morosidad y esto sucede porque la cuota se descuenta directamente de los ingresos.
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