Un informe de Ecolatina calcula que los salarios del sector registrado de la economía tendrán un deterioro de su poder adquisitivo de 6% en 2018.
Según un informe de la consultora, durante la primera mitad del año, el salario real de la economía se redujo en promedio 1% interanual , una dinámica que “ se explica por la pérdida de 1% i.a. de empleados privados registrados y de 2,4% i.a. en los trabajadores del sector público”.
El trabajo consigna que “a contramano, los trabajadores no registrados –quienes mostraron la peor performance en los primeros seis meses del año- obtuvieron una mejora en términos reales de 1% i.a. en el primer semestre, producto del fuerte avance registrado en el último trimestre de 2017 (+5,7% i.a. en términos reales)”.
Las sucesivas turbulencias cambiarias patearon el tablero en la corrida entre sueldos e inflación, entre otras cosas porque una parte considerable de las paritarias se cerraron en la primera mitad del año, cuando había transcurrido parcialmente la etapa de las turbulencias, la de menos impacto si se la mira desde la más reciente, cuando la divisa norteamericana pasó los 40 y ahora se estaría acomodando en un rango entre los 35 y 38, aunque nadie se atreve a predecir por cuánto tiempo. En el medio, los sucesivos ajustes de los precios regulados de las tarifas de servicios públicos también acicatearon la inflación. Aunque los acuerdos salariales comenzaron a desoir desde hace bastante la pauta de 15% pretendida por el Gobierno, muchos de ellos alcanzaron a cerrarse en esos valores. Pese a que todos pretendieron cubrirse con cláusulas de “revisión”, estos mecanismos de ajuste no deben confundirse con las “cláusulas gatillo”, que disparan automáticamente las correcciones pero en algún punto fijo acordado donde pueda establecerse el desfasaje entre lo pactado y la suba de precios y mucho menos con cláusulas de “indexación”, donde el ajuste se obtiene en tiempo real, es decir al momento de producirse el desajuste con lo firmado.
Entre las autorizaciones adicionales de gasto, la mayoría son para reforzar programas de asistencia social y de seguridad y se dejan sin efecto gastos para infraestructura y ciencia y tecnología.
“El salto de 35% del tipo de cambio en agosto va a acelerar la inflación en lo que resta del año, reforzando el reclamo de reapertura de paritarias de los trabajadores para evitar que sus ingresos queden muy rezagados frente a alza de precios. Sin embargo, la profundización de la recesión moderará la demanda de ajuste salarial de los trabajadores privados (registrados e informales) producto de un creciente temor al desempleo. Por su parte, el endurecimiento de la meta fiscal (que llegaría al equilibrio primario en 2019) y la transferencia varios gastos a provincias y municipios acotan significativamente el margen de negociación de los empleados públicos”, analiza Ecolatina, para determinar el escenario donde se ubica la situación.
Ecolatina observa que “sin reapertura generalizada de paritarias, el salario real podría perder caer en promedio más de 12% i.a. en el segundo semestre”.
“Dado que dicha contracción del poder adquisitivo sería muy nociva para el consumo interno, acrecentaría la conflictividad social y minaría la imagen pública del gobierno, el Ejecutivo tiene incentivos para apoyar la reapertura de las paritarias”, especula el documento.
Pero, aún en el mejor escenario, en el sentido de que se reabran las paritarias, “los aumentos llegarían recién en el cuarto trimestre luego de que la suba de precios acumule cerca de 13% en el período julio-septiembre, por lo que la contracción del salario real sería igualmente significativa. Pese a los ingresos adicionales conseguidos (sumas fijas, aumentos o adelantamiento de subas), el salario real de los trabajadores formales caería en promedio 10% i.a. durante la segunda mitad de 2018. De esta forma, este año el salario real registrado cedería en promedio 6% respecto de 2017”.
"Tal como se desprende del análisis, la contracción estará liderada por los empleados públicos (-8% i.a.), mientras que la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores privados registrados rondaría el 4,5% i.a. Los ingresos laborales de los trabajadores informales, sector más sensible a los vaivenes económicos, sufrirán en mayor medida la recesión ya que la misma destruirá puestos de trabajo limitando sensiblemente su poder de negociación", dice Ecolatina.
Según Ecolatina “es difícil que se logre revertir esta dinámica el próximo año”. Esto porque “la ambiciosa meta de equilibrio fiscal recientemente anunciada para 2019 presionará la inflación vía recortes de subsidios económicos y contendrá los aumentos salariales de los trabajadores públicos. Asimismo, no prevemos mayor dinamismo de la demanda interna, lo que le pondrá un techo a la capacidad de recomposición salarial del sector privado. Por lo tanto, pese a que podrían esperarse algunos incrementos reales en el segundo semestre de 2019 (la inflación iría cediendo si no se vuelve a disparar el dólar), el año promediaría una leve merma. Si estas proyecciones se cumplen, el salario real formal se ubicaría 9% por debajo de las elecciones de 2015”.
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