En algún momento de su vida, Patricio Greco fue basquetbolista profesional. Ocupaba la vital función de base. Es decir: se encargaba de diseñar las maniobras de su equipo. Hoy es el Managing Director de PedidosYa en Argentina. Y así como antes tomaba la pelota en los momentos calientes del partido, hoy toma decisiones estratégicas para la empresa.
"Fui deportista toda mi vida. Mi papá era entrenador de básquet y yo desembarqué en ese deporte a los 3 años y ya los 17 me pagaban para jugar en la Liga Nacional. Aprendí muchísimo del deporte, no solo de la competencia, sino también de lo que es trabajar en equipo", admite.
De su padre heredó el deporte; su madre, docente, lo empujaba a estudiar. De la conjunción de esos mundos salió un ingeniero industrial del ITBA. "Siempre tuve la curiosidad por aprender. Hice un posgrado en Comercialización en el ITBA, después negocios y administración en Harvard y estoy terminando mi máster en Negocios Digitales en UdeSA".
Se abrió caminos en grandes corporaciones de consumo masivo como SC Johnson y Danone que lo llevaron a recorrer el mundo en puestos clave. Pero su carrera incluye también pasos por Jumbo, IBM, Deutz, British American Tobacco y Diageo.
Se movía con comodidad en el terreno del marketing y los negocios, hasta que se adentró en la tecnología: "Después de dar vueltas por el mundo sentí que mi recorrido en consumo masivo estaba llegando a un fin. Tuve el impulso de sumarme al mundo digital que estaba naciendo".
Se desempeñó como COO de Agrotoken, una firma que "es el futuro porque utiliza el blockchain para mejorar los negocios". El arribo a la industria web3 le permitió terminar un proceso de transformación personal. "Cuando estudiaba en los Estados Unidos era la época del puntocom y empezó a despertarse mi interés, no solo por el mundo digital, sino también por las empresas que venían a hacer las cosas de una manera distinta", explica.
La unión con PedidosYa constituye una oportunidad ideal para este ejecutivo de 53 años que se define como un individuo que en toda su trayectoria desafió el statu quo. "Si bien no lo planifiqué, se dio. Mi forma de ser me llevó a la oportunidad de cruzarme con PedidosYa, que tiene mucho del mundo que más conozco, que es el físico de las cosas que hay mover del punto A al punto B, y también del retail y del usuario con mucha tecnología y ciencia de datos. Y eso me pareció apasionante", señala.
Hace apenas dos meses llegó a la empresa y se siente atraído por las posibilidades de crecimiento: "PedidosYa tiene un recorrido, resultados, organización y un alto nivel de madurez, pero el quick-commerce o comercio de la última milla todavía está arrancando. Está en la primera parte de un gran recorrido que va a tener. Es un estadio muy interesante para sumarse a este ecosistema".
"Si somos buenos entregando comida muy rápido, podemos hacer lo mismo con un montón de otras necesidades que pueda tener el usuario. Me da mucha energía ser parte de una compañía que está cambiando una industria que da un servicio de altísimo valor", confiesa.
Padre de Agustina (22 años), Pilar (18) e Isabella (16), no duda en apuntar que sus hijas "son lo más importante que le pasó en la vida". Y por un momento acepta viajar al pasado y retomar sus tiempos de basquetbolista:
¿Hay alguna similitud entre la responsabilidad de tener la pelota en los últimos cinco segundos de un partido y los momentos de presión de una empresa?
Nunca lo había pensado... Pero, sí, hay similitudes. Porque cuando falta muy poco tiempo la pelota quema y se necesita una combinación de cosas: primero coraje para decir voy a ser parte de lo que tiene que pasar en estos últimos cinco segundos; después, convicción de que uno puede llegar a la meta y, finalmente, templanza, porque en ese momento de presión ya estamos en manos de nuestros propios instintos. Entonces, hay que prepararse para poder usar más el cerebro que los instintos y tomar decisiones difíciles.
La versión original de esta nota se publicó en el número 352 de revista Apertura.
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