El empeoramiento de los precios de los títulos públicos en las últimas semanas llevaron a que en Wall Street modifiquen las perspectivas sobre el reperfilamiento anunciado luego de las PASO: los analistas esperan ahora que la quita nominal sea un poco mayor y descartan la posibilidad de una renegociación a la uruguaya.
Tanto en el Deustche Bank como el Credit Suisse lo marcaron en informes recientes de sus equipos de investigación, en días en los que el presidente electo Alberto Fernández manifestó que la Argentina no puede "pagar la deuda en las condiciones que está".
Si bien Fernández admitió que esta deuda fue contraída en un gobierno democrático, marcó que "la comunicad internacional nos entiende y nos van a acompañar", según sostuvo en una entrevista el jueves pasado.
Deustche Bank describió que en promedio, los precios de los bonos cayeron desde el 10 de octubre un 14% para los títulos en dólares y un 10% para los que están en euros.
En ese sentido, admitió que "después de la reciente corrección, el mercado ya está valorando alrededor del 45% de quita nominal, si asumimos un canje de deuda en bonos a 15 años y exit yields al 10% y al 9,5% (específicamente de 47% para los bonos en dólares y del 42% para los que están en euros)".
"La corrección refleja las percepciones cambiantes de cómo la situación de la deuda se resolverá. En pocas palabras, es probable que el mercado se haya dado cuenta de que los vientos en contra políticos y económicos necesitarán un alivio significativo de la deuda", describieron en DB.
Y señalaron que más inversores parecen haberse desplazado hacia la perspectivas que ellos ven: que la situación de la deuda externa debe resolverse a través de una renegociación completa que incluya una quita nominal.
"Si bien es posible un esquema centrado en la extensión de la madurez, es probable que se realice junto con quitas nominales y/o reducciones de cupones", marcaron, y dijeron que quizá había "demasiadas ilusiones en la retórica de sin quita". De hecho resaltaron que ni Uruguay 2003 ni Ucrania 2015 son buenas comparaciones con la situación actual de Argentina.
Fernández había dicho, aún en campaña, que imaginaba un reperfilamiento de la deuda a la uruguaya. Pero a decir por las evaluaciones de los diferentes escenarios, esto implicaría un ajuste fiscal demasiado elevado, con metas de superávit fiscal arriba del 2,5% para los próximos años.
Desde el Credit Suisse agregaron que el tiempo es esencial porque el gobierno enfrenta una gran brecha de financiación en 2020 y un calendario de madurez voluminoso durante la primera mitad del año. "Estimamos necesidades financieras de u$s 20.000 millones en 2020, incluso suponiendo que los desembolsos del FMI finalmente se reanuden y que el gobierno pueda transferir una parte de la deuda a corto plazo del sector privado", dijeron.
Coincidieron en que "el mercado adoptó una visión más bajista sobre un posible proceso de reestructuración de la deuda". En ese aspecto, describieron que "la tasa de recuperación implícita en el mercado de bonos globales fue disminuyendo constantemente desde el primer debate residencial el 13 de octubre, incluso si los nuevos líderes del gobierno han reiterado la preferencia de no incluir una quita nominal".
Con los precios actuales, "la tasa de recuperación implícita ahora es del 36%, por debajo del nivel promedio después de las primarias y no muy lejos de la reestructuración que precede a la crisis de 2002", sostuvieron.
También en Portfolio Personal le asignan una bajísima probabilidad la ocurrencia de un reperfilamiento al estilo Uruguay. "En conjunto, la quita promedio de valor presente sería del orden del 22%, lo que llevaría a que exista valor dentro de la curva actual", describieron.
Desde los acreedores, administradores de fondos están reclutando tenedores de bonos para ir conformando comités para avanzar en grupos a la renegociación de la deuda, según informó la agencia Bloomberg.
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