En las reuniones bilaterales que mantendrá Martín Guzmán en Arabia Saudita, en donde va a participar de la reunión de banqueros centrales y ministros de Economía y Finanzas del G20, buscará conseguir apoyo de varios de los principales países, de acuerdo a su peso en la estructura del Fondo Monetario Internacional.
Según pudo averiguar El Cronista, entre el sábado y el domingo, días en los que el ministro va a estar en Riad, tras arribar, de acuerdo a lo previsto, el viernes por la noche a Riad (horario de Arabia Saudita), Guzmán mantendrá bilaterales con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Stephen Mnuchin, y también con el ministro de Economía y Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, y el de México, Arturo Herrera Gutiérrez.
Estados Unidos es el país que mayor poder de voto tiene dentro del FMI, con un 16,5%. Le siguen Japón (6,2%),China (6,1%) y Alemania (5,3%).
Francia está en quinto lugar, de acuerdo al peso dentro del organismo, con un 4%; México, bastante más abajo, en el puesto 14, tiene un poder de voto nada despreciable dentro del Fondo del 1,9%.
A estas bilaterales se suma la que, también durante el fin de semana, mantendrá con la titular del FMI, Kristalina Georgieva. Será la tercera vez que se encontrarán: una reunión se dio en noviembre en Washington, en las oficinas del Fondo, antes de que se hiciera público que Guzmán sería el ministro de Economía; y la segunda transcurrió el 5 de febrero en el Vaticano, donde mantuvieron un intercambio de más de dos horas, encuentro que se sucedió en el marco de un seminario en el que ambos participaron.
Guzmán emprenderá el viaje a Riad el jueves, un día después de que termine la primera misión del FMI en la Argentina dentro del gobierno de Alberto Fernández.
Se espera que ese día el organismo dé a conocer un comunicado, tal como es habitual en el cierre de las misiones.
Esta misión no se trata de una revisión de las que la Argentina recibió en los últimos tiempos: no habrá ningún desembolso posterior ni tampoco se enmarca en lo que se conoce como “artículo IV”.
En el intercambio, que en estos días sigue a nivel técnico, de acuerdo a las reuniones que hubo hoy lunes en el Palacio de Hacienda, se hizo hincapié en el programa argentino para volver a hacer sostenible la deuda pública y, además, en las cuestiones macroeconómicas.
Pero además es el puntapié inicial para avanzar en la negociación de cara a postergar el pago de los vencimientos que hay con el organismo desde el año próximo, pero que se hacen más pesados en 2022 y 2023.
De hecho, la propia Georgieva afirmó ayer que el FMI no puede definir una quita de deuda, tal como planteó Cristina Kichner y fue reforzado por Alberto Fernández.
"Nuestra formulación legal es tal que no podemos tomar medidas que puedan ser posibles para otros sin esta gran responsabilidad global", aseguró la directora gerente del fondo en una entrevista con Bloomberg Television.
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