La recaudación de marzo alcanzó los $ 443.636,7 millones, informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), lo que significa una suba de 35,3% en términos nominales.
Es que los ingresos al Fisco se ubicaron unos 15 puntos por debajo de la inflación interanual esperada para el tercer mes del año, que se estima que oscilará entre el 49% y 50%.
Se trata del menor incremento nominal desde diciembre de 2018, cuando la variación fue de 35,2%.
A lo largo del primer trimestre de 2020, los ingresos tributarios ascendieron hasta $ 1,4 billones, un incremento del 41,1%.
El principal tributo afectado en marzo fue el IVA, que subió apenas 25,6%, arrastrado por el componente impositivo que aumentó apenas 20,1%, mientras que el aduanero, de menor incidencia, ascendió 62,8%, a pesar de que se pagó sobre la facturación de febrero y de diciembre, para las pymes que están inscritas en el plan diferido, antes de la cuarentena.
"Al condicionamiento que imponía sobre la recaudación el bajo dinamismo en el nivel de actividad arrastrado desde el año pasado se sumaron las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus", señaló la AFIP.
El impuesto a las Ganancias subió apenas 30,9% con respecto a marzo de 2019, al alcanzar los $ 79.462,3 millones. Los ingresos asociados al tributo se vieron afectados por la disminución de la tasa del impuesto para las Sociedades así como la actualización anual del mínimo no imponible y la tabla de alícuotas en Personas Humanas, indicó el informe.
Los ingresos tributarios vinculados al Sistema de Seguridad Social ascendieron a $ 119.929,2 millones en marzo, un aumento de 40% en doce meses. Los aportes personales ascendieron hasta $ 48.533,9 millones mientras que las contribuciones patronales recaudaron $ 69.703,1 millones, que representan aumentos del 40,3% y 41,9%, respectivamente.
El impuesto sobre los Créditos y Débitos en cuenta corriente, más conocido como impuesto al cheque, recaudó en marzo $32.316,5 millones, un 44,7% más que el mismo período del año anterior.
El tributarista Sebastián Domínguez sostuvo que la fuerte baja en términos reales del IVA se debe a que, cuando comenzaron los vencimientos el 18 de marzo, muchas empresas no pudieron pagarlo por no contar con fondos suficientes y otras priorizaron destinarlos al pago de sueldos al prever el parate que se avecinaba.
Además, apuntó que el IVA en abril continuará en declive en términos reales, dado que se cobrará sobre la facturación de las empresas de marzo, muy mermada por el aislamiento obligatorio.
"En abril va a caer más todavía, porque en marzo muchas empresas tuvieron cero ingresos desde el 20 con la cuarentena, mientras que antes venian ya con un baja. Igual hay que tener en cuenta que las MiPyMEs que tienen el IVA diferido, en abril deberían pagar el IVA de enero", comentó en diálogo con El Cronista.
Y respecto al impuesto al cheque, indicó: "Por la suspensión del clearing hubo bastantes dias sin operaciones. Si bien se cobra tambien por transferencias entre cuentas corrientes, por ejemplo, muchas las empresas comenzaron a diferir los pagos y generaron menos operaciones."
El especialista Iván Sasovsky destacó el freno en la cadena de pagos registrado en los últimos días de marzo. "Esto compromete los ingresos fiscales más inelásticos como el pago de anticipos de ganancias y los ingresos de la seguridad social, hoy "asegurados" temporalmente por el decreto que impide suspender y despedir", afirmó.
Y agregó: "Los números de la recaudación del mes de marzo son un indicio muy fuerte para proyectar la magnitud de la crisis en la que estamos inmersos. Esta crisis sin precedentes requerirá un plan muy profundo y estructural para reconstruir la actividad económica luego de la pandemia"
Sasovsky señaló que los ingresos tributarios se vieron más afectados "en la caja que en la contabilidad", lo que se extenderá durante abril y mayo "como mínimo", dado que "muchas empresas al no contar con el flujo de dinero esperado directamente optaron por no pagar impuestos".
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