Un clásico argentino en la previa de las elecciones es adoptar medidas para ganar votos sin importar las consecuencias de las mismas a mediano plazo. Así, el atraso en el tipo de cambio, aumento del gasto público o los "planes platita", rebajas impositivas, congelamientos de precios, son medidas tradicionales ante la inminencia de elecciones, ya sean legislativas o presidenciales.
A tres días para cerrar el primer semestre, dentro del Gobierno estiman que la inflación de junio estará en torno al 7%, por debajo del 7,8% de mayo y del 8,4% de abril. Nada para festejar igualmente.
En este contexto, obviamente el Banco Central mantendrá los actuales niveles de las tasas en julio, repitiendo la decisión adoptada hace dos semanas. En mayo el BCRA había subido la tasa de política monetaria en 600 puntos porcentuales a 97% anual para las Letras de Liquidez (Leliq) a 28 días. La tasa efectiva está en 155% anual.
"No contemplamos la posibilidad de que en el segundo semestre pueda haber incrementos de las tasas", señaló a El Cronista un integrante del equipo económico.
La afirmación se basa en el escenario de una inflación que se mantendrá en un rango altísimo entre 7% y 8,5% y por la cercanía de las elecciones presidenciales en las que se repetirá el "modus operandi" argentino ante cada comicio.
La suba de tasas tampoco sirvió demasiado para contener el alza de los precios. Todo lo contrario: con pasivos remunerados en el orden de los $ 15,4 billones, un incremento de las tasas aumenta los intereses que debe pagar el BCRA por las Leliq y los pases pasivos. Es lo que en la jerga económica se denomina la emisión endógena de pesos que alimenta la inflación.
Pero el staff del FMI insiste en presionar con el alza de las tasas ante cada dato de inflación por encima de lo esperado. Hoy ello no es motivo de discusión con el staff, más pendiente de los desvíos fiscales y la brecha cambiaria para cerrar un entendimiento con el gobierno argentino.
Lo que está claro es que por más que haya un dato elevado de inflación en el segundo semestre, el BCRA no dispondrá la suba de tasas a pocos meses de las elecciones generales. El ministro de Economía Sergio Massa es candidato.
Todo lo contrario: lo más probable es que haya presión para bajar las tasas entre agosto y octubre. Es una baraja clásica a jugar. Argentina, el país en que todo se repite.
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