La devaluación generó inquietud entre los empresarios de algunos sectores que vieron cómo las proyecciones de su negocio se esfumaban. En tanto, otras industrias ven el movimiento de la divisa verde con mejores ojos. Este es el caso del turismo. Si bien el dólar más caro puede resentir el flujo de viajeros argentinos hacia el exterior, este panorama vuelve más atractivo al país para los turistas extranjeros.
Según la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), si se tienen en cuenta los primeros ocho meses de 2018, el flujo de pasajeros internacionales creció 6%, a 10,35 millones acumulados desde enero (ver aparte), pese a la desaceleración de los últimos tres meses (sólo en agosto, la caída interanual fue de 4%, a 1,17 millón). Esto, sumado al enfriamiento del sector inmobiliario, podría representar una oportunidad para los servicios de alquileres transitorios, de gran popularidad entre los viajeros extranjeros, como de Airbnb.
Según sus números, en 2017, la compañía con base en San Francisco generó en la ciudad de Buenos Aires una actividad económica de $ 5000 millones (más de u$s 290 millones). Esto considera ingresos percibidos por los anfitriones y los gastos realizados por los huéspedes en los comercios. Fue una mejora del 193% contra los $ 1700 millones de 2016. En todo el país, el movimiento fue de $ 6800 millones. También según Airbnb, los viajeros que se alojaron en viviendas registradas en la plataforma gastaron u$s 40 millones en restaurantes porteños entre septiembre de 2016 y agosto de 2017.
La Capital es uno de los epicentros de actividad de la empresa, con 8700 anfitriones registrados y más de 200.000 viajeros el año pasado. Un alquiler temporario en la ciudad se ofrece de u$s 50 a u$s 90 la noche en los principales sitios internacionales. Es decir, $ 2000 a $ 3600. El alquiler mensual de un 2 ambientes promedia de 13.000 a $ 15.000 en Palermo y Recoleta, dos de los barrios más ofertados en esas plataformas.
Por su parte, el mercado inmobiliario porteño no había sentido los efectos de la devaluación hasta los últimos meses.
Los datos del último informe del sector realizado por Properati, junto a la consultora Oikos Buenos Aires, señalan que, en julio, la cantidad de escrituras de compra-venta cayó un 17% interanual. Además, algunos barrios registraron una suba de más del 15% en el precio del metro cuadrado (m2), también, contra el mismo mes de 2017.
Consultas a la suba
Por otro lado, el aumento de precios, también, derivó en una suba del valor de los alquileres. En el reporte, realizado a fines de agosto por la misma plataforma inmobiliaria, estos acumulaban un crecimiento del 17% en 2018 y de más del 30% en los últimos 12 meses. Otra razón para buscar un ingreso extra con el que compensar la pérdida de poder adquisitivo.
Armando Pepe, presidente del Colegio Inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires (Cucicba) asegura que, aunque no se ve un cambio masivo todavía, "hay muchas consultas de propietarios de departamentos bien ubicados y equipados para pasarse del alquiler tradicional de 24 meses al temporario, sobre todo, para extranjeros. Agregó que el 99% de esos alquileres se cobra en dólares, por lo que es muy atractivo en estos momentos.
Sobre la llegada de extranjeros comentó que los interesados en alquilar los departamentos por algunos días son de países limítrofes. " Es mucho más barato alquilar un departamento con todas las comodidades que un hotel", concluyó.
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