El comercio electrónico en la Argentina registró un crecimiento inusitado durante el inicio de la cuarentena obligatoria por el coronavirus. En apenas un mes, se alcanzó un aumento de la facturación (un 84%) por encima del porcentaje de incremento obtenido en todo 2019 (un 76%).
Así, en abril, el e-commerce facturó un 84% más en comparación con un mes promedio del primer trimestre de 2020. Además, hubo un mayor volumen de productos que se vendieron a través del formato online: las órdenes de compra subieron un 38% en relación a los tres primeros meses del año y se comercializaron un 71% más de unidades respecto de ese período.
Los datos se desprenden de un estudio que realizó la consultora Kantar Insights para la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), en base a la participación de 86 empresas de diversas industrias, para entender cómo había sido la evolución de sus ventas.
En 2019, el sector había facturado $ 403.27 millones, un 76% más comparado con 2018, cuando movió $ 229.760 millones. La cifra se ubicó por encima del índice de inflación registrado el año pasado (que superó el 50%) y aumentó 29 puntos versus la facturación alcanzada en 2018 (ese año subió apenas un 47% en relación a 2017, en sintonía con la inflación de ese período). El año pasado se vendieron 146 millones de productos, a través de 89 millones de órdenes de compra (un 12% más que en 2018), con un ticket promedio de compra que rondó los $ 4500.
Para Gustavo Sambucetti, director institucional de la CACE, estos números evidencian que el comercio digital en el país venía desarrollándose a paso firme antes de la pandemia. "En el primer trimestre del año, se mantuvo la tendencia del crecimiento, con la incercia de los últimos meses de 2019", afirma. Pero el contexto actual de locales cerrados y restricciones en la circulación estimuló aún más el aumento de las transacciones virtuales.
Si se analizan las categorías, la facturación de los productos esenciales creció un 149% en abril, las órdenes de compra subieron un 103% y las unidades vendidas se incrementaron un 182% versus el primer trimestre de 2020. Los artículos electrónicos, en tanto, registraron un aumento de la facturación del 272% en el cuarto mes del año, mientras que hubo un 216% de órdenes de compras más y en términos de unidades se obtuvo un crecimiento de un 225% en relación a los tres primeros meses de 2020.
Cabe aclarar que el informe no tuvo en cuenta a la industria turística. "Es un gran player del comercio electrónico, pero dadas las circunstancias actuales, decidimos quitarlo de la medición", puntualiza el director institucional de la CACE.
La investigación distingue dos etapas diferenciadas de la cuarentena: la pre y la post apertura del comercio electrónico. En comparación con una quincena promedio del primer trimestre, en el primer mes del aislamiento obligatorio, la facturación se elevó un 58%; las órdenes de compra, un 38%; y las unidades vendidas, un 71%.
En los primeros días, se disparó, sobre todo, la comercialización de artículos de primera necesidad y los vinculados al sector tecnológico, dado que la gente corrió a stockearse y adquirió equipos para trabajar o entretenerse en sus casas.
Un sondeo realizado entre los socios de la cámara entre el 20 de marzo y el 8 de abril (es decir, en las primeras tres semanas de confinamiento, contrastadas con las tres semanas anteriores) registró un incremento sustancial de las ventas online de dos categorías: supermercados, que superó el 300%, y farmacia, que aumentó más de un 60% el volumen de sus operaciones digitales. En el caso de electro (solo entregando los productos autorizados), las transacciones virtuales experimentaron una suba del 50%.
A partir del 20 de abril, fecha en la que se habilitó la venta minorista a través de Internet para todos los rubros, se aceleró todavía más el crecimiento del comercio online, con un incremento del 111% en la facturación, un 54% en órdenes de compra y un 87% en productos vendidos en comparación con una quincena promedio del primer trimestre.
“Significa que miles de personas y empresas compraron y vendieron por primera vez en su historia por medio de la web, incrementando así fuertemente el volumen de operaciones previstas para esta época del año", detalla Sambucetti. Es que aproximadamente un 36% de las órdenes de compra de cada tienda pertenecen a nuevos compradores.
"La base de clientes creció de manera significativa. Se trata de consumidores primerizos, usuarios que compraron por Internet por primera vez o que lo hicieron en otros sitios donde no lo habían hecho antes", aclara.
No obstante, el crecimiento de las ventas online genera un desafío para la logística, que requiere de nuevas estrategias para acompañar el desarrollo exponencial del comercio electrónico. "Si bien no contamos con datos precisos en este informe sobre la logística, todavía sigue siendo el principal cuello de botella. Observamos que los tiempos de entrega se prolongaron más de lo habitual, por complicaciones en el eslabón de la cadena referida al transporte como así también en el preparado de los pedidos. Una entrega que frecuentemente demora entre dos y tres días, hoy tarda entre siete y 10 en llegar", reconoce Sambucetti.
Sin embargo, el ejecutivo añade que en eventos como Hot Sale y CyberMonday se alcanzaron niveles de satisfacción altos en lo que respecta a envíos a domicilio. "Esto quiere decir que si la industria tiene tiempo para prepararse, de forma programática puede dar respuesta a un aluvión de compras. Pero las compañías deberán trabajar mucho para que la imprevisibilidad, como en este caso, no les juegue en contra", recomienda, y agrega: "En este momento, están tratando de sacar un aprendizaje a partir de lo vivido para achicar esta brecha, pero también prorizan operar de manera segura", advierte.
El ejecutivo se muestra esperanzado en que pese a los escollos, en el futuro seguirán comprando por esta modalidad los consumidores que adoptaron el canal y quienes ya lo hacían antes y ahora compran de forma más habitual. "Los clientes comprenden que estamos en una situación de anomalía y que en algun momento se va a regularizar. Aunque algunos probablemente quedarán en el camino, creemos que de todos los usuarios que probaron el e-commerce serán más los que continuarán en este canal que los que lo abandonarán", concluyó, y aseguró que el comercio se encamina a la complementariedad de los formatos físico y online, una tendencia que ya ocurría antes de la pandemia.
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